El gobierno aprobó un 20% y el sector laboral aspira entre 60% y 100% para poder compensar poder adquisitivo.
Mientras tanto, se estima que como andan los precios, la inflación cerrará este año alrededor de un 30%.
Con los elevados índices de inflación que han sido característicos en la economía venezolana en los últimos años, sin que el Gobierno haya podido reducirlos significativamente y con las dos devaluaciones que se han registrado en el primer trimestre de este año, es evidente que el poder adquisitivo del salario de los trabajadores ha sido minado en forma drástica, y el aumento del 20% anunciado por el nuevo Gobierno, está muy lejos de llenar las expectativas que tenían los trabajadores.
Entre las organizaciones sindicales vinculadas con al oposición, existe consenso en torno a la necesidad de que se apruebe un aumento general de sueldos y salarios, el cual para poder compensar los estragos que ha sufrido el ingreso del trabajador venezolano, debería estar oscilando entre un 70% y un 100%, de allí que se haya calificado como verdaderamente pírrico y poco realista el ajuste anunciado por el oficialismo, que no compensa siquiera el 46,5% de la primera devaluación, mucho menos el impacto de la segunda que, de acuerdo con el criterio de quienes manejan la materia, sería superior al doble de la primera, es decir que estaría por encima del 90%, en forma conservadora.
La dirigencia del movimiento empresarial organizado, no están en contra de las aspiraciones salariales de los trabajadores, incluso en algunos casos, las empresas ya desde el pasado mes de enero han hecho aumentos salariales a sus trabajadores que están muy por encima del 20% decretado unilateralmente por el Gobierno, incremento que se ha quedado corto, incluso para muchas de las organizaciones sindicales vinculadas con el oficialismo, que lo comentan en los pasillos y tras bastidores, ante el temor de ser botados de sus trabajos, solo por reclamar sus justas reivindicaciones.
Sin embargo, estiman que los ajustes del salario, deben estar directamente relacionados con la productividad y la eficiencia de los trabajadores, lo que podría alcanzarse a través de negociaciones tripartitas, donde participen gobierno, trabajadores y empresarios, lo que permitiría revisar los escenarios, las condiciones económicas de las empresas y así poder fijar los ajustes, en base a las realidades del mercado y no en función de demagogia politiquera y partidista.
Los trabajadores con motivo de la celebración del 1° de Mayo, elevaron sus voces de protesta y denunciaron que en estos momentos, sólo a nivel del sector público, hay más de 450 contratos colectivos, cuya discusión se ha mantenido congelada durante los últimos diez años, creándose un desfase económico que no es fácil de solventar, ya que los incrementos de equilibrio tendrían que oscilar entre 200% y 300% de los ingresos que en estos momentos tienen, lo que no resulta fácil para la nueva administración, que está haciendo aguas por todas partes, ya que buena parte de los ingresos del país, supuestamente fueron destinados para financiar los gastos de la campaña electoral.
En todo caso, lo que la clase trabajadora tiene presente es que la Canasta Alimentaria del Cenda-Fvm para el mes de marzo, tuvo un costo de 4.951,15 bolívares, lo que implica que incluyendo el aumento del 20% aprobado por el Gobierno, se requieren al menos dos salarios mínimos, solo para adquirir los alimentos; mientras que la Canasta Básica, que además de alimentos incluye servicios básicos, salud, vivienda, transporte y limpieza y aseo del hogar, costó para el mismo período 9.670,52 bolívares, es decir que se requieren más de cuatro salarios mínimos aumentados, para atender los gastos de una familia normal integrada por cinco miembros.
Precios siguen en alza
Por supuesto que el Gobierno ha anunciado que continúa haciendo esfuerzos para reducir la inflación, se han estado realizando reuniones con el sector de alimentos, medicinas, telecomunicaciones, construcción, industria manufacturera, con la finalidad de establecer las vías que permitan lograr, trabajando conjuntamente gobierno y empresarios, el relanzamiento de la economía, en lo que ha sido calificado como muy positivo.
Se ha garantizado el resolver en un 85% el problema de endeudamiento que tiene Cadivi con más de 3.020 empresas; asimismo, reducir las demoras en cadivi de 230 días o más, en forma significativa para que fluyan las divisas, pero hasta el momento solo se trata de enunciados, aún falta por ver como se concretan.
En todo caso, mientras se concretan estas acciones, las industrias siguen reduciendo los inventarios que les alcanzaban para 13 días, el sector de los medicamentos señala que existen fallas en el mercado de 45%, el sector de alimentos sigue esperando por la revisión de los precios de los 19 subsectores que fueron congelados por Sundecop hace más de un año, y la lista de sectores como carne, café, aceite, leche en polvo, azúcar, papel sanitario, quesos, siguen a la espera que le sinceren los precios.
Mientras tanto, las familias que periódicamente acuden a realizar sus compras en los mercados, observan como se encarecen con incrementos que van entre 25, 50 y hasta 70% los precios de aquellos rubros que no están sometidos a regulación, incluso en los mercados populares, los precios de productos como pescados: Atún, Mero, Pargo, ya se han hecho inalcanzables para la mayoría de los hogares.
La pregunta que buena parte del pueblo se hace es, ¿como puede vivir una familia con un salario mínimo de 2.400 bolívares? ¿Cómo compra sus medicamentos un jubilado del IVSS?
