El camposanto de Bella Vista, conocido popularmente como el cementerio viejo de Barquisimeto, contiene un importante número de antiguos sepulcros que datan de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, que al igual que muchas de las otras tumbas del lugar, han visto acelerado su deterioro no tanto por la inclemencia del tiempo, sino mayormente por la falta de mantenimiento de parte del gobierno municipal, así como los saqueos y el vandalismo a manos de la delincuencia, algunos de cuyos miembros aprovechan las moradas de los difuntos como escondites.
Así lo afirma Ángela Anyul Jiménez, licenciada en administración, quien se desempeñó entre 1997 y 2010 como presidenta de la Asociación Civil Camposanto de Lara, la cual se dedicó, durante ese tiempo, a realizar trabajos de mantenimiento del cementerio, incluyendo las labores de poda e irrigación.
“Crear la asociación fue idea de mi tío Juan Francisco Fréitez Urdaneta, quien luego de observar el mal estado en que se econtraba su panteón familiar en Bella Vista, decidió reunir recursos y conformar un equipo de trabajo que se identificara con la necesidad de preservar el legado, tanto histórico como arquitectónico, que ningún otro cementerio posee en Barquisimeto.
Desde el principio, se contó con el apoyo de una junta directiva, la Sociedad Amigos de Barquisimeto, así como del núcleo de arquitectura de la Universidad Central de Venezuela en el estado Lara, el cual brindó valiosa asesoría con directrices de mantenimiento”, explicó.
Anyul dio a conocer que a la asociación se le había otorgado un espacio dentro del terreno del cementerio, donde se acondicionaron oficinas y un depósito para las herramientas de los obreros.
“Sin embargo, a los pocos meses de que Amalia Sáez asumiera la Alcaldía de Iribarren, en el 2010, nos sacaron de allí sin ninguna justificación. Desde entonces, hemos visto cómo varias de las contribuciones que hicimos para mejorar las condiciones del camposanto Bella Vista han sido nuevamente descuidados, entre ellos la capilla principal del cementerio, la cual habíamos reacondicionado con el apoyo del núcleo de arquitectura de la UCV, y el sistema de irrigación para las plantas, con el cual no contaba anteriormente el cementerio”, indicó, denunciando que el cementerio viejo se ha convertido en un antro de ladrones, borrachos y pervertidos, quienes aprovechan el crecimiento descontrolado de la maleza y los numerosos nichos abiertos, debido a la constante profanación de tumbas, para ocultarse e incluso asaltar a quienes visitan los sepulcros de familiares.
Anyul aseguró que en repetidas ocasiones ha acudido ante representantes del gobierno municipal para que le permitan a la asociación volverse a constituir y retomar sus labores de cuidado del cementerio Bella Vista.
“A mucha gente no le interesa el camposanto, y los obreros municipales no hacen nada en el cementerio, pero aun así no le permiten actuar a personas realmente preocupadas por el camposanto, quienes sí disfrutamos cuidando del patrimonio histórico único reflejado en los panteones.
En lugar de los 30 millones de bolívares al año que invierte la Alcaldía de Iribarren en el mantenimiento de los cementerios municipales, cuyo resultado no se observa en Bella Vista, podría permitirse que una asociación como la nuestra se reactivara, lo cual requeriría menos recursos”, destacó, recordando que durante los años que funcionó la asociación, sus miembros nunca devengaron un sueldo.