Superar una infidelidad parece imposible de resolver así que os aconsejamos este artículo para reflexionar antes de tomar una decisión precipitada.
¿Se perdona… pero no se olvida?
A veces se perdona, otras veces no, pero la confianza se debilita. Por supuesto, no se olvida. Quizá los detalles se alteren con el tiempo y el recuerdo llegue a ser una caricatura de lo que realmente sucedió, porque es parte de nuestra defensa emocional.
Pero, esa cuota de inocencia, esa capacidad de creer, que queda a resguardo aunque pasen los años, se agrieta porque no estamos preparados para este tipo de rechazo, para esta suplantación.
¿Cómo enfocar la situación?
El tiempo y el compromiso de superación son aliados poderosos pero algo se altera en nuestra vida y afecta directamente al equilibrio emocional y físico.
Fortalecer la relación y aprender a comunicarse más efectivamente, es imprescindible, para lo cual deben trabajar adquiriendo nuevas habilidades y fomentando una disposición para revalorarse como persona.
Para esto es bueno recordar qué fue lo que le atrajo el uno al otro en primer lugar, y hacer un esfuerzo consciente para encontrar formas de vivir la vida dando prioridad a los mejores intereses de su pareja.
Definitivamente las acciones dicen más que las palabras. Si hay amor, comprensión, paciencia y voluntad sí se puede superar el dolor causado por infidelidad.
Si seguimos con la pareja, una premisa importante para superar una infidelidad es que ese perdón sea desde la profundidad del alma.
Si no perdonamos, hay que acabar con la relación de pareja y con la energía que envuelve a esta ruptura, para poder sanar.
Hacer el duelo nos ayuda a recuperarnos para volver a situarnos, después de haber perdido algo valioso. Es decir, tomarnos el tiempo necesario para encajar la nueva situación. En los dos casos la decisión que se tome tiene que ser coherente y consecuente para lograr estabilidad y paz.