“No hay grandes logros sin una gran lucha” (Depcer)
Desde que nacemos escribimos nuestra historia. Un llanto llena la estancia, se vuelcan las miradas sobre aquel infante limpio como un cántaro, hermoso como un amanecer; no hay oro que pueda igualarse a tal tesoro. Velozmente pasa el tiempo, el infante crece, aprende y avanza hasta tocar el sueño que urde el verano dentro de su pecho joven. Bulle el fuego, arde la llanura de los sueños, se empieza a elaborar el futuro. Atrás va quedando el estío como en oración, evaporado.
Con el otoño llega el momento de enseñar a otros las experiencias adquiridas, la energía del espíritu, el fruto del esfuerzo, la madurez que dan los años, la solidez y defensa de las ideas, los conocimientos adquiridos etc. Es hora de recoger el fruto de lo que se ha sembrado. No hay fuente que no agote el tiempo; la agonizante luz del crepúsculo anuncia el final del viaje. El frio del ocaso es vencedor de todas las pasiones, de la fuerza, del ímpeto, de los sueños y ambiciones.
Las luchas, fracasos, logros y el aprendizaje son necesarios para que el hombre madure, retemple su vida y pueda convertirse en algo bueno para él, en alguien bueno para el mundo.
Nunca el corazón se cansa de soñar, estamos llenos de monótonos retornos, de infinitas esperas, de constantes huidas, de muchos insomnios, de irrefrenables codicias. Es perdida la batalla que libramos con el tiempo.
La humanidad pasa la mayor parte del tiempo buscando la verdad y la felicidad. J.J. Benítez dice: “Si lo que buscas es la felicidad, guárdate de ambas. De la mentira, porque encadena; de la verdad absoluta porque enceguece”
La manera de explotar a otros, invadirlos y oprimirlos para someter su libertad y pensamiento, es el arma más baja a la que puede acudir un hombre para ganar dinero, en abundancia u obtener el poder acudiendo cobardemente a la fuerza y a la mentira.
A lo largo de la historia hemos visto cómo la lucha personal del hombre, más dañina para él y para el mundo es la codicia que lo lleva a cometer grandes errores, acudir a lo más sucio, lo incorrecto, lo violento e ilegítimo.
La mentira deja en el corazón de los pueblos cicatrices imborrables, daños incurables, férreo rechazo y desconfianza ante cualquier asomo de engaño y falsedad.
Nada es comparable al precio que se paga por la verdad y por la libertad. Es este el momento de recordar el sacrificio que hicieron los héroes por conquistarlas, soportando todo tipo de dificultades, agresiones e injusticias, logrando al final derrotar la mentira, la represión, la violencia, y exclusión a la que estaban siendo sometidos por invasores venidos de otros continentes. Unidos lograron derrotar al yugo opresor. Los genes nos juegan una mala pasada; parte de esa vil opresión sigue vigente en la mente de algunos de nuestros propios hermanos, que quieren seguir el ejemplo macabro del pasado.
Comparto con el lector aquella expresión de Joaquín Olmedo en su verso “La victoria de Junín: “Mirad allí los enemigos fieros que buscando venís desde Orinoco: Suya es la fuerza y el valor es vuestro; vuestra será la gloria. Lidiar con valor y por la patria es el mejor presagio de victoria. De quien se atreve más, el triunfo ha sido; quien no espera vencer, ya está vencido”.
Las luchas que se libran por el bien de todos y de la patria, son las mejores que libra el corazón del hombre insigne.
El tiempo del hombre en la tierra, el de sus lidias y anhelos es perecedero. Lo que no perece es el milagro del tiempo de Dios que es perfecto, tampoco los logros humanos que luchados y ganados en buena lid, producen la liberación de los pueblos de la tiranía. A los valientes de hoy que luchan por los oprimidos, por los abusados y por el rescate de la democracia, recordarán con orgullo las futuras generaciones. Sus nombres inmortalizará la historia.
La lucha que libramos hoy, es causa del heroísmo del ayer, la causa del futuro será el efecto de la lucha que hoy enfrentamos por la libertad y la verdad.
Somos dueños de nuestro presente, de nuestros sueños, paz y libertades; también los arquitectos responsables del futuro de nuestros hijos y nietos. La lucha de hoy es un preludio apenas de lo que como pueblo somos capaces de hacer por la libertad, el honor, nuestros sueños y por la verdad.
Por la puerta del sol Eterna es la lucha del hombre
-
- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -
Más leido hoy
Gustavo Dudamel recibió dos premios Latin Grammy #15Nov
Gustavo Dudamel brilla junto a la Filarmónica de Los Ángeles con dos premios Latin Grammy, sumándose a C4 Trío y Rawayana.
- Publicidad -
Debes leer
- Publicidad -
- Publicidad -