Todos los niños, niñas y adolescentes, tienen derecho a la educación, sin embargo las condiciones en las que reciben clases los alumnos del Liceo Pastor Oropeza no son las más adecuadas.
Luego de tres años que llegó el programa “Gotica de Amor” de la Zona Educativa a esta institución, ningún otro arreglo importante se ha realizado en estos espacios que albergan en horarios de mañana y tarde alrededor de 700 estudiantes de educación media.
Las necesidades abundan en esta institución, informó la subdirectora administrativa, profesora Jenny Parra. De los múltiples sanitarios con los que cuenta la infraestructura sólo funciona uno para damas y otro para caballeros, los demás se encuentran clausurados por fallas de drenaje, cloacas y colapso de tuberías.
La cancha se encuentra en las condiciones más preocupantes. La cerca perimetral está casi en el suelo desde hace cuatro años, mientras que la maleza ha invadido gran parte del terreno.
La Sala de usos múltiples presenta grietas por la falta de mantenimiento y la humedad se deja ver en el techo de acerolit.
Aunado a ello, el vandalismo de los estudiantes ha terminado por destruir la infraestructura del liceo. Las paredes están rayadas, todas las semanas una cartelera es quemada y los bebederos de agua tuvieron que ser removidos por no estar en funcionamiento.
Los habitantes de la comunidad tampoco han prestado mucho interés en la conservación del plantel. Kilos de escombros son dejados al frente del liceo sin que nadie asuma la responsabilidad de removerlos. Desperdicios de bloque y tierra que los estudiantes utilizan en sus jornadas de violencia para amedrentar contra las ventanas de la institución y los docentes.
Además, la inseguridad que se vive en la zona, no respeta ni a los estudiantes ni a los profesores, quienes en reiteradas oportunidades han sido víctimas del hampa a la salida del liceo.
En cuanto a los insumos, la dotación es escasa. Los docentes y personal obrero se han visto obligados a poner dinero de sus bolsillos para cubrir las necesidades de papelería y materiales de limpieza, mientras que en épocas de inscripciones piden colaboración a los padres y representantes para cubrir el año escolar.
El comedor brilla por su ausencia y a falta de cocina gozan a medias del beneficio del Programa de Alimentación Escolar, que sólo lleva a la institución 200 bandejas de comida, que no alcanzan para alimentar completa a la masa estudiantil. Por las noches, el alumbrado es insuficiente y la vigilancia se esfuerza por mantener segura las instalaciones.
“Hacemos esfuerzos para poder continuar, hacemos colectas y tratamos de mantener como podemos la institución, pero necesitamos mejoras que nos permitan estar mejor”.
A toda esta problemática, se suma la violencia escolar. Los estudiantes de este liceo, se han visto involucrados en diferentes disturbios con otras instituciones cercanas. Los programas de defensoría educativa y conductas inadecuadas a veces no son suficientes para lograr mantener a estos muchachos en paz.
En estas condiciones, ningún estudiante puede gozar de una educación de calidad, por ello es oportuno hacer un llamado a las autoridades del Ministerio de Educación y la Zona Educativa para que se acerquen al Liceo Pastor Oropeza y se encarguen de mejorar las instalaciones y dotar de materiales e insumos a los trabajadores de esta institución.