En cualquier país sus gobiernos se preocupan por aquellos inmuebles antiguos y si son declarados patrimonios históricos, culturales o nacionales, están pendientes de su conservación dándoles el necesario mantenimiento.
En Venezuela eso no ocurre, al menos en el interior, donde, impotentes, los habitantes ven cómo se abandonan esos patrimonios.
Una prueba de eso está en Arenales, parroquia Espinoza de los Monteros, municipio Torres, que data de 1700.
Un recinto religioso al servicio del catolicismo desde 1796 que desde ese tiempo sólo ha recibido una restauración, en 1975, cuando fue declarado Monumento Nacional y en 1983 pasó a ser Patrimonio Cultural y Artístico, adscrito al Instituto de Patrimonio Cultural.
Desde el exterior se puede observar su deterioro a pesar de que hace unos dos años, con unos cuñetes de pintura donados por la Gobernación se le dio algo de color a la fachada.
La comunidad está preocupada, así como el párroco, William Maldonado, quien lleva siete años al frente, luchando por la conservación de tan valioso patrimonio histórico.
“Las cúpulas están muy deterioradas, lo mismo que el campanario, y las viejas paredes se encuentran invadidas por un hongo que no desaparece solamente con pintura sino que debe ser tratado por expertos”, explica al padre William, como cariñosamente le llaman sus feligreses.
Explica que a pesar de que el templo está adscrito al Instituto de Patrimonio Cultutal, dependiente del Ministerio de Interior y Justicia, desde 1975 no recibe nada de ese organismo.
Recuerda que en el 2010 la Alcaldía de Torres hizo un donativo de 63 mil bolívares que se utilizaron en refacciones en el piso y lápideas y en el 2012 otros 55 mil empleados en recuperación de las bancas.
“El pueblo responde a los llamados que le hacemos para que la iglesia se conserve, a pesar de que se trata de gente de pocos recursos, pero muy católica, muy entregada a Dios, aunque no es suficiente porque ahora con eso tenemos que pagar hasta la luz”, explicó.
Dijo que en el 2009 introdujeron un documento en el IPC planteándole las necesidades que confrontaban y la respuesta fue que debían acudir a la Alcaldía de Torres. Lo hicieron pero el entonces alcalde Julio Chávez nunca les respondió.
“Ojalá que ahora que es diputado y está en la Asamblea Nacional meta la mano para que nos llegue una ayudita que nos permita hacer los arreglos que este templo histórico necesita”, manifestó William.
Señaló los objetos de valor allí existentes, comenzando por la imagen de la Virgen de Las Mercedes, que tiene 230 años.
Se trata de una imagen procedente de España, de madera, recubierta con un a capa de yeso y ojos de vidrio.
Se conserva junto a ella una medalla con la Cruz de Barcelona y las cuatro barras del Reinado de Aragón.
La misma tuvo que ser restaurada en el 2006 en Colombia, por un experto en la materia.
Igualmente allí se guardan el retablo del Santísimo y el púlpito originales, de madera, conservados a pesar de la amenaza del comején.
Insiste el padre William en la necesidad de que desde la Alcaldía de Torres, la Gobernación de Lara y del Gobierno nacional, tomen en cuenta el valor histórico del templo de Nuestra Señora de Las Mercedes, en Arenales y le asignen los recursos suficientes para su plena recuperación antes de que el hongo y el comején que se reproduce en la madera sigan deteriorándole.
Sólo faltan cuatro meses para que el 24 de septiembre se celebre en Arenales el día de la santa patrona.
“Confiemos en Dios y en ella para que en esa fecha tengamos un templo completamente restaurado para alegría de su pueblo que confía en ella con plena devoción”, dijo Maldonado.