Trabajadores de todo el mundo se lanzaron a la calle el miércoles con motivo del el Primero de Mayo: desde la indignación en Europa por años de austeridad que han reducido salaries, beneficios y eliminado muchos empleos, a la ira en Asia por los bajos salaries, el encarecimiento de la vida y las precarias condiciones de trabajo que causaron centenares de muertos en los últimos meses.
En desfiles de protesta, huelgas y manifestaciones, los activistas criticaron a los líderes políticos y empresariales que, según ellos, ignoraron la opinión de los trabajadores o se enriquecieron a costa de los obreros en los últimos años de crisis económica. En algunos lugares, las manifestaciones degeneraron en violencia, y los activistas se enfrentaron con la policía.
La ira fue especialmente intensa en Bangladesh, donde el derrumbe la semana pasada de un edificio de ocho plantas con varios talleres de confección de ropa mató a más de 400 personas en un suburbio de Dacca. En noviembre, el incendio de un taller de ropa mató a 112 personas, lo que ha aumentado la presión en ese ramo global para que mejore las condiciones de trabajo.
Miles de trabajadores se manifestaron el miércoles en Dacca, muchos de ellos empuñando banderas nacionales y exigiendo la pena de muerte para el dueño del edificio, ahora detenido. Un manifestante gritó desde la cama de un camión y ayudado por un megáfono que «mi hermano murió. Mi hermana murió. Su sangre no fue derramada en vano».
En Grecia y España, el número de parados ha crecido a niveles record y sus gobiernos, agobiados por la deuda soberana, han adoptado medidas de austeridad, elevado los impuestos y otras medidas dolorosas a cambio de planes internacionales de rescate. En ambos países el desempleo supera el 27%.
En Atenas, los manifestantes protestaron contra los planes gubernamentales de despedir a unos 15.000 funcionarios públicos de ahora a fines del 2014.
Bajo el cartel «pelea por tus derechos», el secretario general del sindicato socialista Unión General de Trabajadores (UGT) Ignacio Fernandez Toxo y Cándido Méndez, del gremio comunista Comisiones Obreras (CC.OO.), pidieron al gobierno que cese sus medidas de austeridad y presionaron a los políticos que se unan en un gran pacto económico para crear puestos de trabajo.
La primera ministra danesa Helle Thorning-Schmidt fue abucheada y atacada con una pistola de agua durante el desfile, por considerar algunos que se ha inclinado demasiado a la derecha y en contra de los objetivos sociales del Partido Socialdemócrata.
La policía sueca dijo que siete personas fueron detenidas y cinco heridas durante una manifestación de trabajadores, que se enfrentaron a grupos de extrema derecha en la ciudad meridional de Jonkoping. El vocero policial Goran Gunnarsson dijo que otros 60 fueron brevemente detenidos.
Aumentos de salarios y cambios en el sistema de contratación de trabajadores, figuraron entre las demandas en Indonesia. Algunos empuñaron carteles que decían «Sentencien a muerte a los corruptos y confisquen sus propiedades», además de fustigar un plan que permitiría al gobierno reducir las subvenciones a los combustibles.
En Filipinas, unos 8.000 trabajadores desfilaron en Manila para exigir mejores salarios y empleos regulares en lugar de contratación eventual.
Varios miles de personas protestaron en Hong Kong, incluyendo los obreros portuarios que llevan en huelga un mes. Desean mejores condiciones de trabajo y aumentos salariales para compensar las reducciones de años anteriores.
En Turquía hubo violentos enfrentamientos cuando los manifestantes del usaron el Primero de Mayo para intentar forzar las barreras policiales en el principal centro de Estambul, la Plaza Taksim. El gobernador de Estambul Huseyin Avni Mutlu dijo que 22 policías y por lo menos tres transeúntes resultaron heridos. Más de 72 manifestantes fueron detenidos.
Fotos: AP/Reuters