Sí, al menos en los renacuajos. Investigadores de la Universidad de Michigan (EE UU) demostraron hace poco que, además de preparar al organismo para defenderse o para escapar rápidamente del peligro, las hormonas del estrés son responsables de alteraciones en la forma del cuerpo de algunos animales en desarrollo, de tal manera que consiguen que estén mejor «equipados» para sobrevivir.
Así, en el caso de los renacuajos los científicos comprobaron que una exposición prolongada a determinada hormona del estrés permitía que aumentaran el tamaño de sus colas para escapar de los depredadores.
El hallazgo, publicado en Proceedings of the Royal Society B, se conviería en la primera demostración clara de que una hormona de estrés producida por el animal puede causar cambios en la forma del cuerpo que mejoran la supervivencia Se trata de un fenómeno de “plasticidad fenotípica”, término que se usa para describir las modificaciones de los animales y las plantas en respuesta a un cambio en el ambiente.
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