Lectura
Dice Ferdinand de Saussure en la página 51 del capítulo III de su “Curso de lingüística general”, refiriéndose al lenguaje: “La lengua no se debe confundir con el lenguaje: la lengua no es más que una determinada parte del lenguaje, aunque esencial.” Si la lengua no es el lenguaje y la lengua, según él, es una determinada parte del lenguaje, entonces, para completar la unidad del lenguaje haría falta conocer cuáles son esas otras partes suyas desconocidas por nosotros que con la lengua componen la unidad del lenguaje.
A su vez, dice el referido autor: “La lengua es a la vez, un producto de la facultad del lenguaje.” Y de seguidas expone: qué es la lengua; “es un conjunto de convenciones necesarias.” El ejercicio de la facultad de lenguaje se cumple en los individuos de una sociedad igualmente en el ejercicio de la lengua. Como vemos, el lenguaje se ejercita con el uso de esa parte suya que es la lengua. De lo anterior se sigue que esas otras que con la lengua conforman la unidad, tampoco deben confundirse con el lenguaje; e igualmente, en ellas debe ejercitarse también esa facultad.
Por Saussure sabemos que el lenguaje es una facultad de los seres humanos; nace con nosotros. Por la lengua deducimos que esas otras partes que hacen la unidad, deben ser otros sistemas artificiales codificados, como la lengua, y convencionales; como se sabe, la lengua es adquirida; se aprende.
Dice Saussure que el lenguaje es “multiforme y heteróclito”, características cualitativas exclusivas del lenguaje. Es multiforme porque cada una de las partes, incluyendo la lengua como parte, todas las demás tienen todas sus propias formas. Y es heteróclito porque no hay manera de conjugarlas unitaria y armoniosamente.
El lenguaje como facultad es un producto del pensamiento; pero el pensamiento no es el lenguaje, aunque la lengua sea utilizada en muchos casos para expresar el pensamiento. El pensamiento como el lenguaje son propiedades facultativas del ser humano. Pero el lenguaje es regido por pensamiento.
Un análisis independiente del elemento fundamental de la lengua es el sonido. El sonido es independiente y externo, pero el hombre se descubre en un acto de conciencia que esa cosa que afecta su sentido auditivo él puede reproducirlo. Posesionado de ese descubrimiento, utilizará el sonido para a partir de él crear las formas que constituyen los signos o palabra de una lengua. Si partimos de la idea de que el individuo para constituir el sistema de lengua hubo de partir de un recurso externo, no es nada quimérico que, las otras partes de la unidad del lenguaje también tengan como fundamentación otros recursos externos, que pueda el humano utilizar para crear esas otras partes, y organizaría con ellas, igualmente, sistemas codificables.