Gran cantidad de golpes con objetos contundentes, y quizás con un arma de fuego, le habrían propinado a Honorio José Rivero, de 43 años, quien se opuso al robo de su vehículo automotor, la madrugada del domingo en el barrio Pueblo Nuevo de Barquisimeto.
Rivero, era un hombre tranquilo, pocas veces salía, pero la noche del sábado se encontraba en la celebración de un cumpleaños en el barrio Bolívar, cerca de su residencia. Aproximadamente a las cinco de la mañana decidió visitar a un compadre en Pueblo Nuevo. Al llegar en su camioneta, unos sujetos lo interceptaron, lo golpearon en la parte trasera de la cabeza y lo robaron.
Al rato, la esposa del compadre que iba a visitar, se percató de lo sucedido, llamó a los familiares de la víctima y les informó que estaba golpeado y lo fueron a buscar. Lo trasladaron hasta el Hospital del Seguro Social Pastor Oropeza, donde ingresó inconsciente. Pensaron que era por el susto y el estado de embriaguez sin embargo, le mandaron a hacer una tomografía.
“Tuvimos que buscar una ambulancia externa para llevarlo a una clínica privada porque en el Seguro no había. Después, cuando lo trajimos, el doctor que iba a revisar los resultados no se encontraba sino que llegaba hoy (lunes) en la mañana”, aseguró su hijo David Ramos, quien denunció negligencia médica en el caso, pues dice que seguramente, su padre tuvo una hemorragia interna pero como no lo atendieron a tiempo, murió a primera hora del lunes.
Esta es la primera vez que la familia pasa por una situación similar, por lo cual la mayoría de sus miembros se encontraba esperando la entrega del cadáver, todos tristes, afligidos y en shock. Una de sus hermanas, quien tenía la ropa que le pondrían para velarlo, gritaba desesperadamente en medio del llanto: “¿Por qué mi hermanito? no…”.
Honorio José era comerciante, tenían una venta de víveres en el kilómetro 13 en la vía a Quíbor y dejó cuatro hijos y tres nietos, quienes piden justicia ante el abominable hecho.