Los acérrimos rivales Barcelona y Real Madrid encaran los partidos de vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones mancomunados por una misma fe: la de que los milagros son posibles.
Los dos quedaron al borde de un precipicio al sufrir derrotas catastróficas en los partidos de ida ante equipos alemanes y Barcelona se ve obligado a dar vuelta un 4-0 en contra ante Bayern Munich
Ningún equipo ha sobrevivido a semejantes desventajas en estas instancias y todo hace pensar que la final del 25 de mayo en Wembley será entre equipos alemanes.
Las esperanzas de los españoles de dar vuelta los marcadores descansarán seguramente en lo que puedan hacer Lionel Messi en el Barsa. Messi lleva anotados ocho goles en esta edición de la Liga de Campeones y ha marcado en 20 partidos seguidos de la liga española.
Messi no está del todo repuesto de un problema en el muslo derecho sufrido el 2 de abril. El argentino jugó de entrada pero pasó inadvertido en el duelo de ida en Múnich.
Diez minutos después de ingresar, Messi dio muestras de sus grandes habilidades el sábado, dejando en el camino a varios rivales con una endiablada gambeta corta y definiendo con un tiro rasante desde el borde del área que entró junto a un palo.
«La recuperación de Messi ha sido lenta», dijo el ayudante del técnico del Barsa Jordi Roura. «Esperamos que siga mejorando. Cuanto mejor esté, más posibilidades tendremos de darle pelea al Bayern».
Barcelona ya demostró que es capaz de sobreponerse a la adversidad en los octavos de final, cuando goleó 4-0 en casa al Milan luego de caer 2-0 afuera.
Bayern, sin embargo, es un equipo mucho más sólido, que acaba de coronarse campeón de Alemania más temprano que ningún otro club en la historia de la bundeseliga.
El club alemán, por otro lado, estará descansado ya que afrontó con suplentes el encuentro del sábado en la liga nacional.
«Hemos visto muchas veces la magia del Camp Nou. Pero queremos demostrarle al mundo que no funcionará con nosotros», declaró el delantero de Bayern Thomas Muller, autor de dos goles en el primer encuentro.
Barcelona tendría que ganar 4-0 para forzar la definición por penales e imponerse por cinco goles de diferencia si Bayern logra anotar. A Real Madrid le bastaría una victoria por 3-0, gracias a su gol de visitante, o cualquier triunfo por cuatro tantos.
«Será importante anotar temprano», manifestó el volante de Real Madrid Sami Khedira. «Pero no podemos perder la cabeza, porque si ellos anotan, la presión será mayor todavía».
«Este club ha vivido muchas noches mágicas en el Bernabéu y nosotros trataremos de agregar otra a la lista».
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