Una situación realmente alarmante y preocupante están atravesando los habitantes de la comunidad de El Roble, al sur de la ciudad de Barquisimeto, debido a que en sus casas llevan más de un mes que no ven salir por las tuberías una gota de agua para la preparación de alimentos, el aseo personal y el lavado de la ropa.
Y es que una vecindad puede soportar estar sin el servicio de electricidad y hasta sin transporte, pero por naturaleza no puede vivir sin el preciado líquido, fuente de bienestar y salud.
Iván Arciniegas, habitante, denunció que cansados de que funcionarios de Hidrolara, entre quienes se encuentra la ingeniera Yaneth Meléndez, no atiendan los reclamos planteados por el consejo comunal Todos por El Roble, se vieron en la imperiosa necesidad de reunirse, de cuyo encuentro surgieron propuestas que quedaron plasmadas en una carta que entregarán al organismo gubernamental.
Entre los puntos destaca el hecho de que el consejo comunal antes nombrado sea ignorado cada vez que se acerca a Hidrolara en busca de una solución.
Otro punto que consideran de suma gravedad es que por la aparente falta de pago de esta empresa hidrológica hayan dejado de abrir las llaves que surten de agua a El Roble, las dos personas dedicadas a esta importante función, que ahora realiza en forma de colaboración un habitante de la zona, de nombre Raúl Castillo.
Dejan claro en la carta que no son políticos, que solo desean la solución del problema y que por favor los atiendan sin mirarlos con distingo partidista, ya que el agua es para todos.
Al lamentar que los afectados son unas mil doscientas familias de los cinco sectores, principalmente unas setecientas personas del sector 2B, deploró que quienes sufren este problema son en su mayoría niños menores de dos años, así como personas de la tercera edad que requieren de este vital servicio.
Arciniegas y un grupo de la comunidad aseguran que la carencia de agua en El Roble se deba a la obstrucción de las tuberías por el deterioro que han experimentado durante más de veinte años, lo que amerita la sustitución de toda la red.
Debido a este serio inconveniente, la señora Rosa de Piña aseguró que ella lleva más de cinco años sin agua en su casa, pese a tener tubería instalada, pero está tapada.
Contó que debe salir de casa con tobos a buscar agua en otro lugar para poder sobrevivir, ya que no puede comprar el vital líquido de cisterna porque el costo está por el orden de los quinientos bolívares, y no cuenta con ese presupuesto.
Los habitantes de la turística comunidad de El Roble también le solicitan a Hidrolara que se acerque a la zona para que estudie la posibilidad de acometer el servicio de cloaca, para evitar el colapso de los sumideros que llevan más de veinte años construidos y funcionando.
Advierten que de no recibir una respuesta satisfactoria de Hidrolara tomarán acciones de calle, a través de las cuales expondrán estas necesidades.
Por otra parte, le hicieron un llamado a la alcaldía de Iribarren para que reasfalte las calles, y recordaron que las mismas fueron pavimentadas en los tiempos de Guillermo Luna.
También llamaron la atención de la Dirección de Seguridad y Orden Público de Lara, a propósito de los atracos a taxistas y pasajeros en esa comunidad perpetrados a diario.
Precisaron que a los choferes los despojan de los vehículos y a los pasajeros de sus pertenencias.