“No puedo dormir, no como, tengo que tomar calmantes; el que tenga a mi hijo que me lo devuelva vivo o muerto por favor, porque esto es una tortura”, esas fueron las palabras de Rosa Giménez de Arráez, madre de Emisael Antonio Arráez, quien fue secuestrado el pasado 28 de febrero en el Jebe, al norte de Barquisimeto.
La madre contó que Emisael, el 27 de febrero, se fue con una amiga a Cubiro y el 28, cuando regresaba, varios hombres armados lo interceptaron, lo sometieron y se lo llevaron. “Mi hijo hacía días había vendido un Malibú. No sé si estas personas sabían que tenía dinero y por eso se lo llevaron”.
Pasaron los días y los familiares desesperados fueron a los hospitales, morgues, clínicas y policías para ver si sabían algo del joven, pero nadie les supo decir de su paradero. Fueron a denunciarlo al Cicpc, donde abrieron la investigación como desaparecido, pero hasta ahora no lo encuentran.
Una de las hermanas, quien no se identificó, comentó que algunas personas les recomendaron que fueran a buscarlo al sector El Playón, por la Zona Industrial II, donde hay un rancho en el que siempre encierran a los secuestrados. “Nosotros fuimos, era un rancho de lata, ubicado en una zona desolada y boscosa. En el interior sólo había un colchón, trozos de mecates, una silla pequeña, inyectadoras y frasco de sustancias venenosas; pero no había nadie”.
La joven pidió que si alguien sabe del paradero de su hermano se comuniquen al 0424-5154856 ó 02514540442.
La madre contó que hace siete años le mataron a su hijo mayor Emisael Segundo Arráez, de 26 años. Luego, el 10 de mayo del 2008, asesinaron a su esposo Emisael Antonio Arráez de 54. “Una pérdida más sería una tortura, esto es muy duro”, comentó la señora.
Ultimado joven
Carlos Enrique Hernández Machado, de 20 años, fue ultimado de múltiples disparos la noche del viernes cuando se encontraba en el sector Las Princesas de Las Casitas al Norte de Barquisimeto. La policía maneja como móvil la venganza.
