El trastorno del ritmo del corazón se denomina fibrilación auricular, una contracción anormal de las aurículas del corazón, siendo la arritmia más frecuente del adulto y de los pacientes hipertensos, como indicó el cardiólogo intervencionista Carlos León.
Esta condición aumenta en un 40% las posibilidades de padecer un accidente cerebro-vascular (ACV) o ictus cerebral, por lo cual los pacientes deben permanecer en tratamiento con fármacos anticoagulantes de por vida.
Sin embargo, en pacientes que no pueden tomar este tipo de medicamentos, bien sea porque han sufrido una hemorragia digestiva, tienen hemorroides sangrantes, o cualquier otra condición parecida, ahora cuentan con una opción para mejorar su calidad de vida y evitar tener el discapacitante ACV.
En Barquisimeto, específicamente en el Centro Médico de Oncología, fue inaugurada la segunda sala de hemodinamia, donde realizaron un procedimiento de colocación del dispositivo “watchman”, a pacientes con fibrilación auricular, con el cual se eliminan el riesgo de que puedan desarrollar un ACV.
“En vista de que se conoce cuál es la zona del corazón donde se producen los trombos, específicamente en la orejuela izquierda, podemos ocluir esa zona con el “watchman”, dispositivo que sella la zona e impide que se produzcan los trombos”, explicó Carlos León.
Aclaró que no todos los pacientes con fibrilación auricular pueden someterse a esta intervención.
“Cuando la arritmia tiene origen valvular, bien sea anomalía a nivel de la glándula mitral o aórtica, estenosis o insuficiencia aórtica, entro otras, no se puede colocar el dispositivo”, detalló el cardiólogo.
Cuando la causa de la fibrilación auricular es extravalvular, de origen isquémico, se puede hacer. Por ejemplo, quienes tienen cardiopatía isquémica.
“Los pacientes que se someten a este procedimiento le prevenimos el ACV”, reiteró.
Unidad de Ataque Cerebral
A la par de la sala de hemodinamia, inauguraron la Unidad de Ataque Cerebral, la primera en la región centroccidental y la segunda de Venezuela.
“Desarrollamos esta unidad para corregir el proceso del ACV en la fase aguda, es decir durante las primera 4 horas desde que se produce. Antes sólo se acostaba al paciente y se esperaba a ver qué pasaba y hasta dónde llegaba”, dijo Carlos León.
Ahora, pueden tratar la causa que condicionó el ACV, siempre y cuando sea de origen isquémico.
“Con el ACV se obstruye una arteria a nivel del cerebro. En la Unidad de Ataque cerebral identificamos la arteria que se obstruyó, y llevamos un catéter hasta allá para disolver la obstrucción, con el objetivo de que el paciente quede sin secuelas”, explicó el cardiólogo.
Recalcó que este procedimiento sólo es efectivo si se realiza en las primeras cuatro horas después de instalado el proceso.
“Contamos con un equipo multidisciplinario: médicos intensivistas, internistas, cardiólogos intervencionistas, neurorradiólogos intervencionistas, neurólogos”, agregó.
Signos de alarma
Ahora bien, ¿cómo saber que una persona tiene un ACV?
El cardiólogo intervencionista, Carlos León, explicó que los signos de alarma a tener en cuenta son:
• Debilidad importante en una parte del cuerpo
• La persona comienza a hablar de manera extraña, inentendible
• Deja de tener visión en un ojo
• Se le cae un párpado
• Pierde el conocimiento
“Al observar uno de estos síntomas se puede sospechar de un ACV. En ese momento se debe llevar al paciente a la emergencia y la tomografía corroborará el diagnóstico, como también el tipo de ictus (hemorrágico o isquémico)”, dijo.
Sólo cuando es de tipo isquémico se resuelve el problema en la Unidad de Ataque Cerebral.
“Si es hemorrágico producido por un aneurisma, el neurorradiólogo intervencionista le ocluye o sella la arteria”, explicó.
El especialista recalcó que trabajan de forma preventiva, al evitar el ACV en pacientes con fibrilación auricular; como también de forma curativa, al abordar al paciente con ACV para disminuir o eliminar las secuelas discapacitantes del mismo.
