Desesperada está Daimar Linares y su familiares luego que su hijo de ocho años quedara en estado vegetal luego de ser operado en un centro médico privado de la ciudad.
Linares contó a las afueras del Hospital Pediátrico Agustín Zubillaga que su hijo se cayó de un árbol el pasado 28 de febrero, lo llevó al médico y le colocaron un yeso en el brazo derecho donde presentó una fractura.
Dijo que el médico les recomendó volver para quitarle el yeso y unos tornillos 30 días después.
“El sábado 30 de abril llevé a mi hijo, pero el médico no estaba trabajando, tuve que dirigirme a otro centro médico. Un traumatólogo comenzó a quitarle el yeso al niño, pero como éste se asustó, dijo que le iba a poner anestesia. “Él me preguntó si tenía seguro médico y le respondí que sí y me dijo que era mejor porque así lo operarían. Le pregunté por qué lo iban a operar y me respondió que tranquila, que era una intervención ambulatoria y sólo duraría cinco minutos”.
“Lo metieron al pabellón y pasó una hora. Yo no entendía lo que estaba pasando. Estaba angustiada. A las dos horas salió el médico y me dijo que mi hijo había sufrido un paro cardiopulmonar y estaba inconsciente. ¡Dios mío ir a quitarle un yeso a mi hijo terminó siendo una desgracia!”
Linares contó que a su niño lo llevaron a otra clínica en el centro donde estuvo 10 días, pero no mejoró, por eso lo trasladaron al Hospital Pediátrico, donde dice que le han brindado una mejor atención, sin embargo el menor aún no reacciona.
“Siento una tristeza grande. No puedo dormir en las noches. Mi hijo de ocho años, estudiaba tercer grado, era sano y activo. ¡Qué tristeza!”