Haciendo un somero análisis de las cifras que presenta el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), me da la breve impresión de que en Venezuela puede estar ocurriendo un fenómeno social sin precedente en estos últimos 10 años, sin alusiones al gobierno de turno, ya que no hace falta recordar la ineficiencia demostrada respecto a la inseguridad y la impunidad.
Cifras oficiales señalan, por ejemplo, que en el año 2010 se contabilizaron 13.840 asesinatos, en el año 2011 aumentó a 14.092 personas fallecidas, y en el año 2012 se cree que la cifra superó los 21.000 fallecidos, diferenciando además que murió un policía por día. Lo que se evidencia con esta situación que los fallecidos no tuvieron chance de sentir la inseguridad como una sensación, no les dio tiempo, dejaron de respirar por causas violentas y más nada.
Es importante acotar, que las cifras ya sean oficiales, de OVV, o la ONG Redes por la Vida, se denota una leve discrepancia en cuanto al número total por año, lo relevante es el aumento constante de las estadísticas de los años 2010,2011 y 2012, donde en el país se desparramó sangre roja rojita.
No necesito ser estadista, para analizar y preguntar: ¿Dónde están los delincuentes? Pues en su casa, gozando de beneficio, ya que también hay cifras que señalan que el 91% de los homicidas andan sueltos y felices, entonces de allí la inquietud que me surge. ¿Será que por cada familia hay dos delincuentes?
Esto llama la atención, porque definitivamente vivimos en una sociedad enferma, donde es muy posible que la persona que menos creemos, es un delincuente y éste tiene familia más o menos estable. Si no es así, como se explica que aproximadamente el 80% de las personas visitantes de las cárceles son mujeres, en cualquiera de sus roles sea madre, esposa, hermana, hija, amiga, entre otras.
Se desprende como reflexión, la preponderancia de la mujer en el hogar, ya que en cualquier estatus social la mujer debe asegurar una mejor calidad de vida para su familia y para la sociedad. Definitivamente para disminuir esa cifra fantasiosas de 2 delincuentes por familia, se debe promover e inculcar el valor “Respeto por la Vida”, evitándose que una familia tenga como futuro formar parte de la cola para la visita carcelaria y evitándole a su vez a otra familia un entierro prematuro de un ser querido.
