Una nueva protesta se generó la mañana de este miércoles en la avenida Libertador.
En esta oportunidad se trató de un aparente grupo de alumnos del liceo Coto Paúl.
Extraoficialmente se conoció que fueron varios adolescentes cursantes del primero y segundo año, quienes sin motivos aparentes e justificados, salieron a la calle de forma desordenada y se concentraron al frente y, en los alrededores de la institución, a eso de las 10:00 de la mañana.
Una hora aproximadamente se mantuvieron agrupados en la acera, y supuestamente se les atribuye el derribo del portón de hierro de la entrada del recinto educativo, el cual quedó tirado en el suelo.
Según, los muchachos durante la manifestación lo único que exteriorizaban era que no querían clases, sin hacer otras exigencias de carácter reivindicativo en materia académica.
Esta situación nuevamente puso en estado de nerviosismo a las personas que viven cerca del Coto Paúl, como la urbanizaciones Bararida y La Concordia, ya que en otras oportunidades estudiantes de este mismo plantel han tomado acciones de calle y se han enfrentado con alumnos de la Escuela Técnica Industrial y del liceo Miguel José Sanz, fomentando alteración del orden público en plena avenida Libertador, con resultados desastrosos.
Vecinos de estas comunidades estuvieron a punto de llamar al Cuerpo de Policía de Lara para que se acercara al lugar y pusiera orden, sin embargo, no hubo necesidad ya que la situación no pasó a mayores, aunque se mantuvo la tensión.
Atletas que rutinariamente acuden al Polideportivo Máximo Viloria, así como grupos familiares que llevaban a sus hijos al Parque Bararida, ambos ubicados diagonal al Coto Paúl, manifestaron su temor al observar a los alumnos protestando. Se vieron afectados psicológicamente.
Conductores que transitaban por el lugar, principalmente camiones transportando mercancía con alimentos, lácteos y bebidas gaseosas pasaron con toda la precaución posible, temiendo una arremetida.
A la hora de la protesta, se registró una disminución por la avenida Libertador de unidades del transporte público de pasajeros, que dejó por varios minutos varados en las paradas a decenas de usuarios, quienes finalmente debieron dirigirse a otras cercanas para abordar busetas.
Por fortuna, este miércoles los manifestantes no cerraron la avenida Libertador.
Tampoco quemaron cauchos y no colocaron obstáculos en esa importante arteria vial, como en reiteradas oportunidades que ha ameritado la presencia de efectivos de la Policía regional, quienes proceden al cierre del paso vehicular desde la iglesia Coromoto hasta el sector Pata e´ Palo, para prevenir atentados contra la propiedad privada y pública, pero además ha afectado el paso de las ambulancias que con heridos se dirigen a la emergencia del Hospital Central Universitario Dr. Antonio María Pineda.
Se supo que pese a la protesta de ayer, las clases no fueron suspendidas en esta institución que se encuentra en un proceso de desmilitarización.
