El delantero de Liverpool, Luis Suárez, aceptó el martes la acusación por conducta violenta que le radicó la Asociación Inglesa de Fútbol (FA) por morder a un oponente.
Sin embargo, el uruguayo apeló la declaración de la FA de que la suspensión automática de tres partidos por este tipo de incidentes es «insuficiente» por haber mordido en el brazo al zaguero de Chelsea, Branislav Ivanovic, durante un partido el domingo por la liga Premier.
Una comisión independiente decidirá su castigo el miércoles.
Liverpool criticó la conducta de su ariete y lo multó el lunes.
Suárez fue suspendido siete partidos en 2010, cuando jugaba con Ajax, por morder a un adversario. Además, fue suspendido ocho partidos en diciembre de 2011 por insultos racistas contra el jugador de Manchester United, Patrice Evra.
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