Jesús pasó sanando los enfermos, fijándose en los pobres y desvalidos. Hoy, después de dos mil años, su obra se mantiene viva en las instalaciones del Pequeño Cottolengo, una institución de la caridad que atiende a personas “con capacidades diferentes” como lo expresa el subdirector Juan Carlos Piña.
Entre jóvenes y adultos, son alrededor de 130, los que son atendidos por hombres y mujeres de buen corazón, identificados además con el espíritu de servicio que demostró San Luis Orione, fundador de este proyecto caritativo que funciona en el mundo entero. En el caso de Barquisimeto, somos doblemente bendecidos, expuso Piña.
Son dos las instituciones benéficas encargadas de velar y cuidar por personas con impedimentos cognitivos-físicos: Honim y Pequeño Cottolengo, este último con atención a chicos desde los 23 años y que alcanza a personas de la tercera edad. Uno de los integrantes cuenta con 63 años.
“Somos una familia enorme con ganas de incluir a quienes tienen capacidades diferentes. Apenas un 10% de los familiares vienen a visitarlos, el resto del afecto es brindado por el personal, voluntarios y los sacerdotes Fernando Santamaría (Honim) y Teófilo Calvo (Cottolengo)”.
“La Misión Negra Hipólita suspendió las donaciones”
Desde el año 2009, está suspendido el convenio o ayuda que ofrecía la Misión Negra Hipólita al Pequeño Cottolengo. El Gobierno nacional nunca ofreció explicaciones acerca de la finalización de las ayudas económicas ofrecidas a la institución, sin embargo, el personal no descansa en obtener los recursos.
La empresa privada aporta buena parte de los ingresos, medicinas y otros insumos necesarios para la atención personalizada de cada integrante. Confían en la providencia divina y apelan a la generosidad de las personas para con la obra que es reconocida por la sociedad entera.
“Aquellas personas que deseen sumarse a las donaciones, pueden hacerlo brindando alimentos no perecederos, ropa, productos de aseo personal, material didáctico y, por su puesto, con recursos económicos si tienen las posibilidades para hacerlo”. En el caso de los donativos económicos está la cuenta corriente del Banco Provincial 0108-0906-10-0100008063 a nombre de Pequeña Obra de la Divina Providencia. Rif J-08524600-2.
Otras iniciativas son puestas en práctica para conseguir los fondos necesarios y, de esta forma, la estabilidad financiera del lugar. Lo más próximo es el Bono de la Caridad, el cual tiene un costo de doscientos bolívares y pueden comprarlo en cualquiera de los dos hogares y también en el centro comercial Las Trinitarias.
Para el 16 de mayo, cuando honran la memoria del santo patrono Don Orione, celebrarán una caravana en las principales vías de la ciudad con el fin de darlos a conocer a la sociedad, propiciar un acercamiento con el entorno, distraerlos un poco.
Para el mes de agosto, el gran Bingo de la Caridad, convoca a todas las familias larenses para que se unan a la actividad que además de favorecerles con sorpresas también ayuda a financiar a la noble institución.
Finalmente, para diciembre preparan la actividad Regálale una sonrisa en Navidad para que personas de buen corazón donen las vestimentas a los chicos y puedan organizar la cena de Nochebuena y para Fin de Año.