Desde hace mucho tiempo, a los venezolanos les invade hablar de política. Así se siente el día a día de todo aquel que comparte un transporte público, de quienes se reúnen en familia, entre compañeros de trabajo, parejas…, todos conversan y expresan opiniones sobre la ‘cosa política’.
Esta realidad, parece haberse internado en el ADN de todo, incluyendo los diferentes extractos de la sociedad. En tal sentido, lo que parece haber sido un «despertar de conciencia», también ha provocado un estancamiento en la búsqueda de soluciones a los problemas diarios de cada ciudadano.
Como una distracción, hablar de política y sus vertientes ideológicas, sumado a la falta de reconocimiento de las diferencias entre quienes las defienden, ha provocado que los temas más pragmáticos y cotidianos se hayan postergados.
José Guerra, reconocido economista, indicó que, mientras transcurrieron las elecciones, antes de ellas, y en la actualidad, el aparato productivo y la economía del venezolano están sufriendo los embates de una carencia en las decisiones que se deben tomar.
En primer lugar, declara Guerra, lo concerniente al tema de divisas representa el inconveniente más importante que mantiene la distorsión de la economía nacional, “la escasez del dólar mantiene estancada la economía”, indicó Guerra. Esto, explica el especialista, se debe a que la venta petrolera, principal materia a exportar del país, “no está rindiendo lo que esperábamos”. A pesar de que los precios del crudo se han mantenido en cien dólares por barril (en promedio), los gastos realizados el año pasado en los productos importados, ha provocado la escasez para este nuevo ciclo. Según datos aportados por el especialista, unos 7 mil millones de dólares se habrían gastados en 2012 en la importación de comida, otros 5 mil millones en la compra de armamentos y la misma cantidad en el pago de las deuda comprometidas en el exterior sobre los bonos emitidos por el Gobierno nacional sobre la empresa petrolera principalmente y adquirido por los bancos extranjero.
Guerra cree que el problema de la escasez en la divisa es un tema difícil de resolver porque, simplemente, “no hay de dónde sacarlos”. “Para conseguir más, el gobierno deberá endeudarse más”, sentenció. Además, indica Guerra, que las formas de conseguir divisas, en el caso más extremo, es la venta del oro que soporta las reservas venezolanas, o “minimizar el dinero que se pierde a través de los compromisos de colaboración con otros países”.
Otro escenario que se prevé en la realidad nacional, es una consecuencia de la falta de divisas y de la producción nacional. Se trata del desabastecimiento: “la producción venezolana está muy afectada debido a la falta de materia prima y por el control de precio que mantiene estancada la economía”, explicó Guerra. Para finalizar, Guerra explicó que existe un último problema que debe afrontar el venezolano mientras que el gobierno no tome las medidas correctivas. Se trata de la inflación, cuyo índice registrado durante el año en curso, estima alrededor de un 30% al finalizar el 2013.
