El 22 de abril de 1970 más de 20 millones de norteamericanos se movilizaron para aumentar la escasa conciencia sobre la fragilidad del planeta. El Día de la Tierra fue promovido por el senador estadounidense Gaylord Nelson, que instauró este día para crear una conciencia común a los problemas de la contaminación, la conservación de la biodiversidad y otras preocupaciones ambientales para proteger la Tierra.
La presión social provocó que el Gobierno de Estados Unidos creara la EPA, Agencia de Protección Ambiental, y promulgó las leyes como la “Clean Air Act”.
Dos años después se celebró la primera cumbre mundial sobre medio ambiente: la Conferencia de Estocolmo. El “espíritu de Estocolmo” sirvió para sensibilizar, aunque insuficientemente, a los gobiernos y a la sociedad civil sobre la magnitud de los problemas que afectan al medio ambiente en que se desarrolla nuestra existencia.
En 1990 se organiza de nuevo el Día de la Tierra, esta vez en todo el mundo. Más de mil ONGs organizaron actos en 140 países y se estima que participaron del orden de 200 millones de personas.
Al igual que en la primera celebración dos años después se celebró otra macro cumbre mundial. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo de Río de Janeiro de 1992, despertó grandes esperanzas y fue la mayor conferencia celebrada hasta el momento, no sólo en número de participantes sino de asistencia de jefes de gobierno.
Durante esta fecha, suelen presentarse numerosas propuestas que van desde aquellas que funcionan como estrategia de marketing verde, hasta las que realmente pretenden generar un proceso de concienciación y reflexión para lograr un efecto duradero en la población.
En el 2013, el tema elegido por la Red Earth Day (EDN, por sus siglas en inglés) para guiar los festejos es “El rostro del cambio climático”, que de la misma forma que la campaña de Al Gore Realidad climática, busca acercar la problemática del calentamiento global demostrando que se trata de un tema mucho más cercano a todos de lo que pensamos.
Millones de rostros
Para muchos, el cambio climático puede parecer a veces nebuloso y remoto, un problema vago y complejo en la distancia que nuestros nietos puedan tener para resolver. Pero eso es sólo porque todavía tienen la suerte de estar aislados de sus consecuencias.
El cambio climático tiene efectos reales sobre las personas, los animales y los ecosistemas y recursos naturales de los que todos dependemos.
Por suerte, las otras caras del cambio climático también se están multiplicando cada día.
Cada persona que hace su parte para solucionar el problema también es un frente al cambio climático: los empresarios que ven oportunidades en la creación de la nueva economía verde, los activistas que organizan la acción comunitaria y campañas de sensibilización, los ingenieros que diseñan la tecnología limpia del futuro, los servidores públicos que luchan por la legislación sobre el cambio climático y los esfuerzos de mitigación, los ciudadanos de a pie que se comprometen a vivir de manera sostenible.
El año 2012 estuvo marcado por muchos logros climáticos, según Earth Day. “La cobertura de hielo del océano Ártico disminuyó hasta llegar a un récord en septiembre, una marca más en un proceso de declive de largo plazo. Estados Unidos tuvo el año más cálido de su historia, luego de que la Organización meteorológica mundial anunciara que la primera década de este siglo fue la más cálida de la que se tenga registro para todo el planeta”.
Entre los logros de 2012 se encuentran récords de temperaturas, inundaciones, sequías y tormentas: el “nuevo normal” del cambio climático.
“La percepción pública de los eventos climáticos extremos como ‘el nuevo normal’ ha crecido a medida que súper-tormentas movieron al Caribe, a Filipinas y al noreste de Estados Unidos; sequías plagaron al norte de Brasil, Rusia, China y a dos tercios de Estados Unidos; e inundaciones excepcionales taparon a Nigeria, Paquis-tán y partes de China. Mientras tanto, las negociaciones climáticas internacionales se frenaron. Pero algunas señales de esperanza para una solución política empezaron a aparecer en meses recientes, quizá principalmente en las promesas de atacar el cambio climático del presidente Barack Obama durante su segundo mandato”.
Mediante la campaña El rostro del cambio climático, la Red Earth Day busca demostrar con imágenes las distintas caras de este fenómeno mundial: las de los lugares, personas y animales que se ven afectados directa o indirectamente, pero también las de los sujetos que día a día trabajan para mitigar sus efectos.
Alumnos de una escuela plantando árboles, jóvenes que promueven el reciclaje en su comunidad, expertos instalando sistemas de energía limpia, vecinos unidos contra actividades contaminantes, individuos que dejan sus autos para trasladarse en bicicleta, científicos que estudian cómo salvar bosques o disminuir las emisiones de carbono. Todos ellos también son la cara del cambio climático, la cara más activa e inspiradora que despierta este fenómeno.
El Día de la Tierra ha logrado un alineamiento político inusual, contando que el apoyo de los más diversos sectores de la ciudadanía. Hoy en día moviliza alrededor de 200 millones de personas en 141 países, enviando un mensaje claro y contundente de que los ciudadanos del mundo quieren una acción rápida y decisiva en cuanto a la necesidad de un ambiente sano y ecológicamente equilibrado.
Iniciativa compartida
El Día de la Tierra se ha convertido en Venezuela en una gran celebración, en la que participan diversos grupos comunitarios, ONGs, organizaciones gubernamentales, medios de comunicación social, universidades y empresas privadas, a lo largo y ancho del país.
El objetivo, centrar la atención nacional e internacional frente a la necesidad de conservar el único planeta que tenemos y en el que debemos sobrevivir.
Por ello la ONG venezolana Vitalis, que coordina las acciones del Día de la Tierra en el país, conjuntamente con la Red Global del Día de la Tierra, ha organizado una decena de actividades que movilizarán a jóvenes, empresarios, ciudadanos y medios de comunicación social, hacia el objetivo común de conservar nuestro ambiente y promover el desarrollo sustentable.
Si bien el Día Mundial de la Tierra se celebra cada 22 de abril, en Venezuela tal efeméride incluirá una amplia programación con el desarrollo de la Semana de la Tierra, en la cual se llevarán a cabo 120 actividades en todo el país, comprendidas principalmente en Caracas, Miranda, Lara, Carabobo, Barinas, Zulia, Bolívar, Amazonas, Falcón, Sucre, Anzoátegui y Nueva Esparta.