La tensión generada en Venezuela luego de las elecciones presidenciales del domingo pasado, ha jugado una vez más en contra del cronograma de espectáculos del país, y hace eco en Barquisimeto.
Esta vez fue pospuesta la pieza A mi gordo no me lo quita nadie, la nueva apuesta teatral de la consagrada actriz Mimí Lazo, quien subiría a las tablas del Teatro Juares este sábado 27 de abril, en medio de la programación aniversario tras la reinauguración de este emblemático espacio cultural de la ciudad.
La empresa Somm Producciones, anunció que para garantizar la seguridad de los espectadores, decidieron, responsablemente, evaluar una nueva fecha en el calendario de actividades del Teatro Juares, que a su vez coincidiera con la agenda de la actriz.
De esta forma, ya se conoce la nueva fecha de la presentación. Será el jueves 18 de mayo, en una función especial por el Día de las Madres, para celebrar en familia y aplaudir esta nueva historia que encarna Ana María Lazo, la conocida Mimí.
La historia de Mariíta
A mi gordo no me lo quita nadie, es un monólogo escrito por Luis Fernández y dirigido por la también experta en las tablas Elba Escobar. Juntos estrenaron este nuevo montaje teatral con el que recorren las principales ciudades de Venezuela que ya han aplaudido a Mimí Lazo durante más de 15 años con El aplauso va por dentro.
Ahora con este trabajo, la actriz ha recibido los mejores comentarios de la crítica especializada, al ver la historia de Mariíta, que se convierte en una de esas mujeres dispuestas a hacer todo lo necesario para mantener su matrimonio, su “estatus” y a su amado “gordo”.
Bajo la orientación de su madre, una de esas mujeres “de antaño” con creencias que las hijas de hoy día consideran obsoletas, la actriz defiende contra viento y marea su papel de “señora de la casa”, mientras que su mejor amiga busca hacerla abrir los ojos ante diversas realidades.
A medida que transcurre la obra, los espectadores podrán ver una transformación de esa mujer que se obliga a convertirse en todo lo que podría significar un peligro para su esposo, sin ver que comienza a perder su esencia.
En medio de implantes, exageraciones corporales y vanidad, A mi gordo no me lo quita nadie, terminará por ofrecer un mensaje de amor propio a las mujeres y también buscará dejar en los hombres ese interés de valorar a sus compañeras por lo que son.