Gabriel Lugo, presidente de centros estudiantiles del núcleo de la escuela de arquitectura de la Universidade Central de Venezuela en Barquisimeto, aseguró que el propósito de las detenciones y abusos a los derechos humanos de los 56 jóvenes que fueron puestos en libertad, luego de ser maltratados en el Destacamento 47 de la Guardia Nacional, es amedrentar al resto de la población joven del estado, para que no siga manifestando.
“No nos van a amedrentar con sus abusos. Seguiremos manifestando. Algunos de los detenidos ni siquiera estaban participando en la protesta, y mientras permanecieron privados de libertad, no se les permitió dormir, porque los guardias les daban patadas mientras los muchachos trataban de conciliar el sueño en un pasillo del destacamento”, señaló el vocero universitario, quien añadió que al gobierno nacional se le ha caído la máscara con la respuesta que ha dado a las protestas pacíficas, mediante los cuerpos de seguridad.
Sin embargo, también aseguró que se tienen pruebas de la presencia de infiltrados durante los sucesos del lunes y el martes pasados, donde los estudiantes simplemente se pararon frente a los guardias, pero siempre surgían algunos sujetos que alteraban el orden, quienes, gracias a los teléfonos inteligentes y al gran número de cámaras fotográficas presentes en el lugar, están siendo identificados. También rechazó las imputaciones injustas bajo las cuales se detuvo a los jóvenes y, además, el que se les haya condicionado la libertad, prohibiéndoles la participación en cualquier acto público.
“Me consta que estudiantes, periodistas, en incluso transeúntes, fueron atacados por la GNB durante las protestas, porque estuve en el Hospital Central de Barquisimeto cuando llegaron los heridos. Los guardias dispararon a mansalva”, dijo, al tiempo que denunció que, durante la detención, a los estudiantes se les obligó a admitir que portaban bombas molotov durante la protesta y otras falsas acusaciones. “Los imputan de cualquier manera, porque deben justificar su detención”, acotó.