“Me preocupa mucho el momento actual del país, un momento de descrispación total, de incertidumbre. Un caldo de cultivo para lo que menos deseamos, violencia. Obviamente son días complejos, porque hay una gran parte del país indignado con el manejo que se ha hecho de los resultados electorales, y que junto a Capriles, pedimos algo que el mismo candidato Maduro aceptó, conteo de 100 % de los votos, y 24 horas después, cambió de opinión”, expresó el escritor Leonardo Padrón.
No entiende por qué “desestiman la petición de los venezolanos, eso activa la suspicacia, e incrementa la indignación. Qué sensato sería hacer el conteo público de los votos. Porque millones de venezolanos queremos un cambio, lo sentimos”, agregó.
“El domingo pasado tuvimos una victoria política, la electoral está enrarecida por una cantidad de elementos extraños que atentan con el proceso. Sabemos que hay miles de irregularidades que se han denunciado sobre las elecciones, como los votos asistidos de forma ilegal, porque hubo abusivo manejo del poder”, añadió Padrón.
-¿Cómo mantener la paz?
-Eso es el punto más neurálgico que vive el país, porque el discurso oficial está cargado de odio y descalificación para el contrario, eso no es nuevo, tiene 14 años. Es imposible concebir un país así, donde existan siete millones 300 mil oligarcas, algo que es imposible, se suma Suiza, Noruega y Holanda y no llegan. La palabra pueblo no es patrimonio de los oficialistas, porque pueblo somos todos. Creo que debemos mantener la sensatez y la serenidad ante todo, para que no se nos escape de las manos la palabra más importante: paz.
-¿Dónde está la democracia?
-El domingo la democracia habló muy duro, y por eso hay tanta indignación colectiva, porque han querido opacar su sonido. Eso me preocupa muchísimo, el rumbo de estos días. Aspiro a que Venezuela termine de apostar por lo que siempre lo ha definido, que es el espíritu de convivencia democrática con miras de absoluta responsabilidad, donde apostamos por la democracia, pero sobre todo, debemos apaciguar los ánimos, y dirimir desde la cordura y la conciliación.
-¿Y si no cuentan los votos?
-Es algo de riesgo. Nicolás Maduro heredó un rol; es una gran responsabilidad para él, de lo que pueda pasar en el país. Ayer (el lunes) en su proclamación hizo gala de una estridencia realmente disonante, y esgrimió unas cuantas amenazas, para, insisto, remedar entre comillas a su padre, a quien le gustaba amenazar al que disentía de su opinión. Por otra parte, sería gravísimo que ellos intentaran alguna argucia legal contra Capriles, porque lo que reclama él, lo reclama medio país. No es tiempo de amenaza, sino de conciliar.
-¿Lo han amedrentado por pensar diferente?
-La semana pasada tuve que ir a la Fiscalía a poner una denuncia, a propósito de insistentes amenazas de muerte, indicio más talante del adversario político. Yo creo que uno debe honrar su cédula de identidad, porque querer a este país, a esta altura, implica un alto grande de valentía.
-¿Se expropian las palabras?
-Ellos han tratado de monopolizar o expropiar palabras que forman parte de cualquier ciudadano del país, pero ¿qué hace a alguien ser más pueblo que a otro? El país no es patrimonio de nadie. También hay otro uso absolutamente arbitrario de ciertas palabras, ellos nos llaman golpistas y apátrida, incluso tergiversan el mismo sentido de las palabras, ahora todo el mundo es fascista, tergiversando el sentido real de la palabra.