La selección de Venezuela cumplió los deberes al ganar su primer partido del hexagonal final del Suramericano sub17 –a expensas de Paraguay (1-0)- y ahora se prepara para encarar mañana a Brasil, en la segunda fecha, con la esperanza de sacar un resultado positivo y recorrer otro trecho importante en el intento de tomar uno de los cuatro boletos disponibles para el mundial de Emiratos Árabes.
La oncena venezolana dio una clarinada en el arranque de la fase final al contener a los paraguayos y someterlos por la mínima diferencia, gracias a un gol del atacante Andrés Ponce, en una presentación de saldo muy positivo, no sólo por los tres puntos –que son valiosísimos- sino por el temple y la tranquilidad que demostró para sostener la ventaja fabricada desde el minuto 54.
La tropa de Rafael Dudamel, en una tarea para destacar, dejó en blanco a una oncena paraguaya que venía de ser líder del grupo A y que entraba a la fase como uno de los candidatos a los cupos mundialistas. Pero sobre la base del orden, con la defensa solvente que ha lucido a lo largo del torneo, frenó a los guaraníes para apuntarse una victoria que le sirve de catapulta y puede ser el partido bisagra en la lucha por avanzar a la Copa Mundo de la categoría.
Venezuela no ha sido efectiva en ataque y la prueba es que apenas acumula dos goles, ambos de Ponce, pero, gran fortaleza, es sólida en retaguardia, sin muchas fisuras, y ha logrado cerrar con cero en el arco cuatro de los cinco partidos disputados entre ambas fases.
Su férrea defensa, que sólo fue vulnerada en su duelo contra Argentina en la fase de grupos, un partido marcado por la polémica debido a cuestionables decisiones arbitrales, se pondrá a prueba este miércoles en el compromiso contra Brasil, otro equipo que salió victorioso en la primera jornada del hexagonal, pero que sigue sin demostrar su acostumbrado poderío ofensivo.
Brasil, ganador de su grupo con 10 puntos, enfrentó a Uruguay y lo venció por 1-0, pero no luce como un equipo temible, ni mucho menos invencible. Con orden y concentración, la defensa venezolana lo puede contener y sumar un resultado que significaría dar un paso gigante, bien sea un triunfo o un empate.
Claro está, no puede afirmarse que es de vida o muerte, porque es apenas la segunda fecha, pero sería un gran resultado sacarle al menos un punto al gran favorito, no sólo por el tema numérico, sino que por el aspecto anímico, ya que le permitiría afrontar las tres fechas restantes con mayor convicción y confianza.
Luego de enfrentar a Brasil, la oncena venezolana le hará frente a Perú y Uruguay, dos equipos ante los que necesita consumar la clasificación para llegar a la última fecha sin necesidad de buscar puntos, porque le toca cerrar contra el anfitrión Argentina.
Es apenas el comienzo, pero la Vinotinto entusiasma. Argumentos y jugadores, como el mismo Ponce y la sensación Ronaldo Peña, los tiene en sus líneas. El boleto parece posible.
