#Opinión: La pedantería cubana Autor: Antonio José Rivera Chávez

En tiempos de violencia y revoluciones, el Partido Comunista de Venezuela había tomado la senda de la lucha armada plegado no sólo a las circunstancias políticas nacionales que alentaron esas acciones sino también con el apoyo del gobierno cubano, pero en definitiva la militancia comunista en su mayoría decidió rectificar y tomar el camino pacífico electoral, razón por la cual se soltaron los diablos desde Cuba y se trató de continuar con la guerra de guerrillas para lo cual dieron todo el apoyo logístico necesario para establecer focos de guerra popular en algunas zonas de la Nación no todas aptas por cierto para el desarrollo de esta actividad, como fue el caso de El Bachiller.
En este ir y venir de ideas desde la isla estos siempre vieron a la vanguardia autóctona como débil para la implantación de una violencia real y constante capaz de destruir el poder constituido y principalmente para ir contra las FAN. Los venezolanos consecuentes con la lucha armada tenían como figura dirigente a Douglas Bravo el cual para los observadores militares de la isla al verlo lo consideraron nada marcial por ser hombre pequeño y sin masa corpórea atlética le pusieron el apodo de Currutaco como una burla.
En términos generales lo desecharon como jefe y a la larga escogieron otras figuras más acordes con su pensamiento al respecto. Además de esto siendo ellos los pioneros del socialismo científico en América se consideraban dueños de la verdad en cuanto a la manera de conducir la guerra en este país, lo cual trajo derrota tras derrota a quienes con fe ciega siguieron este planteamiento. Incluso no sólo hubo una derrota total desde lo militar sino que en lo organizativo la CIA logró infiltrar agentes claves en la subversión, reclutados desde el exterior por la inteligencia cubana.
Todo se tradujo en la muerte de un contingente de venezolanos o que fueron a dar a la prisión por culpa de una dirección política militar esencialmente “pequeño-burguesa” manejadas desde cuarteles cubanos. Esencialmente la imposición de directrices desde Cuba fue fatal para el crecimiento de una vía revolucionaria, la cual se basó en su vanidosa posición generada por su condición de pionera socialista a través de la lucha armada. Esta sicología del cubano sigue imponiendo ahora por todas las vías posibles una línea política sin consideraciones internas y sin medir las consecuencias cosa que a corto plazo puede llevar a una guerra civil a los venezolanos. Sin embargo para los observadores externos se podría concluir en que es una raya mas para un tigre cuando los cubanos tienen ya un poco más de medio siglo creando distorsiones a los países de la región.
Y por cierto en el caso de la enfermedad del difunto Presidente por el cuento de la maravillosa medicina cubana observamos cómo sin son ni ton hasta a los médicos cubanos que está visto no salvaron de la muerte a Chávez fueron condecorados porque ellos aun en el fracaso se erigen como los mejores con una pedantería revolucionaria admirable.