En el sector Simón Rodríguez de Barquisimeto, se produjo un homicidio cerca de las 10:00 de la mañana de ayer. La fatal víctima fue Danny José Medina (22), quien acababa de llegar a la morada de su familia, en la carrera 31 entre calles 45 y 46, luego de haber desayunado en casa de una amiga, cuando, de repente, irrumpió por la entrada principal de la vivienda un menor en una bicicleta naranja, quien le disparó en repetidas ocasiones y se dio a la huida.
José Rivas, cuñado del joven fallecido, relató que Danny formaba parte de su familia desde hacía varios años, y que en la vivienda donde se produjo el asesinato, anteriormente funcionaba un taller, donde está plantado un gran árbol de aguacates, tras el cual intentó resguardarse su cuñado cuando vio que el sujeto le iba a disparar. “Desafortunadamente no le sirvió de protección”, comentó, acotando que su familia le había brindado ayuda a la víctima luego de un problema que había tenido con un efectivo policial, y del cual Danny, quien entonces tenía 15 años, salió mal herido con un disparo en un riñón. Sin embargo, tras cumplir 18 años, cayó en las garras de la drogas, y desde entonces varios distribuidores del sector lo usaban para hacerles llegar estupefacientes a sus compradores. “Danny no era un mal muchacho. No era dañado, pero era muy ingenuo e inmaduro. Nunca usó un arma en su vida”, señaló Rivas, quien añadió que el joven ultimado se dedicaba a “matar tigres” y que podía asegurar que su muerte no se debía a un ajuste de cuentas.
Su cuñado también dio a conocer que la víctima había pasado una breve temporada en prisión por posesión de droga, pero había sido liberado luego de que se demostrara que el proceso estaba viciado y que le habían plantado la droga. Sin embargo, el joven debía cumplir con un régimen de presentación ante los tribunales cada 27 días. Igualmente se supo que Danny se disponía a guardarle un puesto en la cola del centro de votación cercano en la escuela Simón Rodríguez, a la esposa de Rivas, para que ella pudiera votar temprano en los comicios presidenciales de ayer. “El no podía votar, porque no figuraba en el registro electoral”, aclaró Rivas, quien acotó que el desafortunado joven había recibido, presuntamente, nueve impactos de bala. Danny sólo tenía dos hermanas mayores y ningún hijo o pareja, y su muerte ha sido una gran pérdida para su madre. Además, había recibido una oportunidad de parte de un centro cristiano de rehabilitación en el estado Amazonas. “Ya tenía listo su pasaje para viajar a ese centro, donde trabajaría y recibiría una remuneración. Estaba muy entusiasmado. De verdad quería alejarse de las drogas”, dijo Rivas. A la escena del crimen, dentro de la vivienda, y con una gran presencia de vecinos y curiosos alrededor, llegaron efectivos de Polilara, la Guardia Nacional Bolivariana y el Centro de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, quienes efectuaron las pesquisas de rigor, procediendo a levantar el cadáver, para luego trasladarlo hasta la morgue del Hospital Central Universitario Antonio María Pineda, donde fue ingresado poco después de las 11:00 de la mañana.
