#Opinión: La debacle de Pdvsa Autor: Manuel Cols Briceño

El difunto Presidente Chávez en sus delirios de grandeza al inicio de su gobierno hace 14 años, dibujaba oleoductos y gasductos sobre el mapa de América del Sur, desde El Tigre hasta Buenos Aires, como niño de primaria. Bien pronto brasileños y bolivianos lo hicieron pisar tierra.
Los brasileños, considerando su Plan Estratégico de Largo Plazo plantearon la posibilidad de construir una refinería en el Puerto de Suape, a 30 kilómetros de la ciudad de Recife, en el estado de Pernambuco, con una capacidad de refinación de 230.000 barriles por día, un poco menos de la capacidad de la Refinería Cardón, en la Península de Paraguaná. Cada país tendría el 50% de las acciones.
Las negociaciones se iniciaron en el año 2005 reduciendo luego Venezuela su participación al 40%. La inversión se estimó en 4.300 millones de dólares.
Brasil arrancó con las obras básicas del proyecto en el 2007 y aspiraba a que en el 2008 se concretara la negociación, al momento de Chávez visitar las obras en Recife. Pero no presentó las garantías de la inversión y solo se firmó un “acuerdo de asociación”. El gobierno brasileño ha prorrogado la fecha límite para cerrar la negociación, en varias ocasiones.
El gobierno venezolano solicitó recursos al Banco Espirito Santo de Portugal y el Banco de Desarrollo de Brasil no lo aceptó, porque la calificación de aquel, fue rebajada a consecuencia de la crisis de la deuda en Europa.
Para el año 2011 la inversión estimada se había triplicado y ascendía a 16.250 millones de dólares. El gobierno brasileño informó para ese entonces que solo ha avanzado en un 35% de la obra, la cual ya tenía un año de retraso, generaba 26.000 empleos y llegaría a un pico de 37.000 personas.
En diciembre de ese mismo año, se conoció que el Banco de Desarrollo de China aportaría un crédito de 1.500 millones de dólares a Venezuela, para que afrontara las obligaciones pendientes en el proyecto de la refinería con Brasil.
Más adelante el Ministro Rafael Ramírez expresó que Brasil había otorgado un plazo hasta el 31 de marzo 2012, para finiquitar el ingreso de Venezuela en el citado Proyecto.
Ahora, marzo de 2013 la Presidenta de Brasil señala que la refinería Abreu y Lima entrará en operación en noviembre de 2014, con una capacidad inicial de refino de 115.000 barriles diarios de crudo, y alcanzará su producción máxima, de 230.000 barriles diarios, en marzo de 2015.
Precisó que la petrolera brasileña ha invertido hasta ahora 11.700 millones de dólares y ha concluido un 70,6% de las obras, según el balance presentado por la directiva. Petrobras mantiene abierta la posibilidad de que la compañía venezolana se incorpore al proyecto.
Estas expresiones de la Presidenta de la República de Brasil, la octava economía del mundo, consideró que deben tomarse como un ultimátum, en el marco de la fina Diplomacia que ejerce ese gigante suramericano.
Por el lado venezolano esta maltrecha negociación pone en evidencia el caos de las finanzas nacionales y en particular, la debacle de lo que fue la empresa emblemática del país.