Envuelto en una sábana blanca y tendido en una calle parcialmente asfaltada del sector II del barrio Valle Lindo, al norte de Barquisimeto, quedó el cuerpo inerte de un menor de 16 años. Tenía machetazos en el cuello, (degollado) hombro izquierdo y brazo del mismo lado. También le observaron múltiples heridas por armas de fuego.
Vestía franela deportiva roja, bermudas negras y zapatos paseos del mismo color. Una vecina comentó que el joven acababa de salir de su casa para ir a jugar futbolito en una cancha cercana, cuando de pronto se encontró a dos hombres armados quienes lo atacaron. “Esos hombres habían matado a dos muchachos en el sector 4, por eso venían corriendo, cuando él los vio armados, no controló los nervios y se devolvió corriendo a la casa, pero los hombres lo persiguieron y lo mataron a tiros y machetazos”.
El adolescente estudiaba tercer año de bachillerato en el Liceo Bolivariano Carlos Gil Yépez. El cuerpo duró tendido una hora hasta que el Cicpc lo recogió a eso de las 6:30pm. Los familiares estaban consternados. “No, no puede ser, mi hermanito”, gritaba la hermana del joven.
Se conoció que los homicidas habían asesinado a José Pastor Romero Sivira y a Carlos José Díaz Chávez, de 18 años de edad, cuando estaban sentados en la calle Terraza a Arriba en el sector II de Valle Arriba a las 5:15pm.“Los hombres les ordenaron que les entregaran las pertenencias y aunque las entregaron sin resistencia, les dispararon”, comentó Nelson Romero, tío de José Pastor. Los homicidas les dispararon a cada uno en la cabeza y luego los remataron al caer al suelo. Luego se llevaron un koala que cargaba y un dinero en efectivo de José Pastor. También trataron de llevarse su moto, pero algunos vecinos que salieron lo impidieron
“Mi hermano, no puede ser, él tiene que estar vivo, él no está muerto esto no está pasando”, gritaba una mujer.
Los cuerpos quedaron tendidos a medio metro de distancia uno del otro, en una especie de barranco cerca de la calle y bajo la sombra de varios árboles. Se conoció que José Pastor trabajaba desde hace más de 10 años en una tienda de zapatos, ubicada en la calle 42. Vivía en el sector II de la Ruezga Norte. Estaba en el lugar visitando a unos amigos.
De Carlos José se conoció que estaba desempleado y vivía cerca de la zona del crimen.