La escasez de divisas para importar y para pagar las deudas a los proveedores, la falta de insumos fabricados por las empresas básicas, la congelación de precios y los aumentos de costos operativos debido a la nueva Ley del Trabajo, están estrangulando a la empresa privada, de acuerdo con el criterio expresado por el presidente de Conindustria, Carlos Larrazábal González.
Advierte el líder de la industria nacional que la virtual paralización de la liquidación de divisas por parte del gobierno al sector manufacturero nacional, está provocando una disminución de inventarios de materias primas lo que, a su vez, se está reflejando en una caída de la producción y del abastecimiento de productos de consumo masivo.
Explica que según un sondeo realizado entre los principales sectores de la industria nacional, los retrasos en la asignación de dólares por parte de la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi), superan los 200 días, lo que significa que las empresas han tenido que limitarse a trabajar con los inventarios de materias primas que ya se están agotando y adicionalmente, no pueden adquirir nuevos compromisos de compra porque los proveedores exigen la cancelación de la deuda que tampoco se ha podido pagar por falta de dólares.
-En estos momentos, sectores como el de la confección reportan que cuentan con insumos para mantener la producción por un lapso de 60 a 90 días como máximo, pues los retrasos en la entrega de divisas para importar ascienden a 250 días. Mientras, los fabricantes de autopartes advierten que tienen Autorizaciones de Adquisición de Divisas (AAD) antes del 15 de julio de 2012 -fecha establecida el pasado 8 de febrero para reconocer el dólar a Bs. 4,30- por un monto de 104 millones de dólares, aseguró.
El sector alimentos tiene Autorizaciones de Adquisición de Divisas (AAD) antes del 15 de octubre del pasado año superior a los 895 millones de dólares; la industria de medicamentos reporta una deuda de más de 1.540 millones de dólares; el sector químico, 74 millones de dólares; metalúrgico, 80 millones de dólares; vidrio, cerámico y refractarios, 20 millones y el textil, 4 millones de dólares. Recuerda que en el caso de los sectores de alimentos y medicamentos, la situación es más complicada por cuanto ambos están sometidos a estrictos controles de precios calculados a la tasa de 4,30 y ahora deben cancelar la deuda contraída con los proveedores internacionales a 6,30 atentando contra el patrimonio de esas empresas.
Por otra parte, dados los lapsos establecidos por el convenio cambiario número 14, y el tiempo que duran los procesos de importación, es casi imposible que ninguna empresa logre que se le reconozca el dólar a un valor de Bs. 4,30. De hecho, hasta ahora ningún sector ha reportado el reconocimiento de la deuda a ese precio. Esto representará una pérdida significativa para las empresas debido a que esas importaciones ya se realizaron, los productos se elaboraron, se distribuyeron y se comercializaron en el mercado nacional y ahora las tendrán que cancelar a la nueva paridad.
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