La selección de Venezuela sub17 cumplió su cometido de frenar a Paraguay y arrancarle cuando menos un empate (0-0) para sellar su clasificación al hexagonal final del Suramericano de la categoría, que se disputa en suelo argentino, y mantener vivo el sueño de tomar uno de los cupos al mundial de Emiratos Árabes.
La oncena nacional, que jugó su último partido sin el defensor Franko Díaz y el delantero Andrés Ponce, dos de sus pilares, llegó a cinco puntos para avanzar a la siguiente instancia, el primer paso de los objetivos establecidos por el cuerpo técnico comandado por Rafael Dudamel.
Venezuela y Paraguay eran los primeros clasificados del grupo A, mientras que el tercer pasaje lo disputaban argentinos y colombianos. La tropa nacional, en un hecho curioso, alcanzó la siguiente ronda pese a marcar apenas un tanto, pero mantuvo su arco en cero en tres de los cuatro partidos disputados y sobre la base de su defensa forjó su éxito, pero necesita soltarse en ataque, generar más juego en la zona de creación, para poder llegar a la siguiente meta.
En la próxima fase, el elenco de Dudamel se medirá en un todos contra todos a representativos que ya enfrentó en su grupo y a los clasificados de la otra llave, uno de ellos Brasil. Su misión es colocarse dentro de los cuatro primeros para quedarse con uno de los boletos mundialistas en disputa.
El entrenador venezolano acometió el compromiso con variantes obligadas por la ausencia de los citados Díaz y Ponce, además de colocar otros cambios para rotar a sus jugadores y darle oxígeno en medio de un calendario muy exigente, con juegos cada dos días.
Dudamel envió a la cancha al siguiente once: Beycker Velásquez; Jesús Nuñez, José Luis Marrufo, Andrés Benítez, José Caraballo; Francisco La Mantia, Jhony Camacho, Eduardo Maceira, Luis Rodríguez; Leomar Pinto y Ronaldo Peña.
En el papel, la Vinotinto menor enfrentaba a un equipo relajado por haber abrochado el boleto con anticipación, pero en la cancha el elenco paraguayo no regaló nada y llegó a hacerse dueño del balón y controlar la escena, aunque sin crear peligro real y, por ende, mover el marcador.
El atacante Aldo Torres, muy incisivo, fue un dolor de cabeza y fabricó una cuota importante de ocasiones frente al arco venezolano, pero, en algunos casos, encontró respuesta contundente del portero Beycker Velásquez.
En la etapa complementaria se mantuvo el libreto, pero a medida que avanzaron los minutos, el partido perdió en intensidad y como si se tratase de un pacto, los elencos se limitaron a terminar el partido sin mayores acometidas al arco rival.