#Opinión: Viva Venezuela Por: Carmen Esperanza Iribarren

Querida Venezuela:
Te seré sincera, pasaron 14 años sin reconocerte. Veía a las personas que me saludaban y me negaba a pensar que eras tú, esa  mujer que siempre amó y luchó por la democracia.
Te recordaba y añoraba a esa Venezuela democrática en la que viví, en donde todos nos amábamos y respetábamos entre sí, en donde el odio no tenía cabida.
Hoy nuevamente me siento orgullosa de ti cuando veo a un venezolano un verdadero venezolano joven y talentoso, pero también desafiante, que le alza la voz con respeto pero con mucha firmeza a otro que valiéndose de un difunto pretende alzarse con la Presidencia de un país que no le pertenece; un país que está hastiado de tanta miseria, de tanta corrupción, de tanta inseguridad, de tanta oscuridad y de tanto tantos.
Venezuela querida, que orgullosa me siento de ti cuando hoy próxima a cumplir 63 años, veo que tu pueblo no se resquebraja en silencio, que poco a poco y sin gritar, como una buena madre sacrificándose por sus hijos, de la mano de Henrique Capriles Radonski retomas los principios que siempre te  enaltecieron; uno de ellos: La democracia.
Ya nosotros, tus hijos estábamos hartos de tanta incapacidad, que llegó a su límite con el deseo de un irreverente de llegar a la Presidencia a través de una herencia y por un mandato de unos dictadores, acompañado de un carruaje que antes de llegar se convirtió en calabaza y sus caballos en ratones.
Te quedaste tranquila, Venezuela, creyendo en nosotros, tus hijos, pero llegaron los traidores a venderte, a hipotecarte, a regalar lo que tú con tanto sacrificio nos dejaste como legado para vivir holgados y felices: Nuestras riquezas, nuestro petróleo, nuestro honor.
Nos pusiste a prueba durante larguísimos e interminables 14 años en que los que hoy nos gobiernan te partieron el corazón en dos: chavistas y opositores, en una Venezuela contra otra. Una Venezuela profundamente religiosa a la que los ateos pretendieron convertir en idólatras amantes de dioses de papel disfrazados de filósofos y mesías revolucionarios, pero hoy salimos airosos de la mano de un venezolano ejemplo de constancia, valentía y amor a ti: Henrique Caprimes Radonski, quien nos enseña el camino y nos invita a salir a votar el 14 de abril con fe, con la esperanza puesta en el futuro que tenemos.
Salgamos el 14 a votar, a defender lo nuestro y a retomar el camino perdido votando por Henrique Capriles Radonski.