Reflexiones en positivo
El nuevo e importante evento que está próximo a suceder definirá el destino y futuro de un alto porcentaje de gente joven, quienes están claros en sus posiciones y sabrán apuntar a un mundo más claro que les brinde oportunidad de superarse en su vida por valía propia a base de voluntad y talento, donde su iniciativa sea bien vista y tomada en cuenta como un valor agregado para el desarrollo en todos los ámbito del país, como aporte a sus aspiraciones.
Los adultos también anhelamos una mejor vida, donde no siga la desintegración familiar que sólo sirve para generar tristeza, hacer hasta lo imposible por que cese la violencia que ocupa el primer lugar en el país, que Dios nos ilumine el camino para vivir la acrisolada que provenga de esfuerzos dignos, de disciplina, de trabajo y de perseverancia.
Que la vida no se convierta en arribismo e indecencia, acciones no acordes con lo que se aspira en un país de gente decente, que se nos honre con su trabajo y nos enorgullezcan con su honestidad, que se nos permita actuar con cohesión de pensamientos y con acciones en positivo, donde resalte el talento y la voluntad como activo de la esperanza, que nos conduzca a la admiración y no al desprecio.
Gran parte del mundo nos está observando en este momento, cuando nos ha sobrevenido como un castigo sobre todo para la juventud, que no tiene culpa de los descuidos o participación de los que ya hemos vivido, sobre todo quienes han sido partícipes y actores de manejar el país a su antojo para beneficio de muchos y para malestar, sufrimientos y lágrimas para una gran mayoría.
En esta próxima contienda todas las personas de trabajo que no conocemos de política pero que también sufrimos los desatinos o desaciertos de los representantes del pueblo, quienes son elegidos por presentar unos buenos programas y proyectos para su gestión pero el resultado final es todo lo contrario a lo prometido, es ahí donde los jóvenes se encuentran desorientados e inseguros al darse cuenta de que no se les ha cumplido lo prometido. Los jóvenes que son mayoría en el país, merecen estimulo y respeto, hay que devolverles la confianza, garantizarles seguridad y estabilidad para que puedan desarrollar sus inquietudes y hacer su propia vida, aportando su talento al país.
Tomemos en cuenta que en un alto porcentaje de los jóvenes de nuestro país está el futuro, sus energías están vírgenes, su talento y aspiraciones de ser partícipes están naciendo en el momento en que el país está en serias dificultades y se necesita de ese talento joven lleno de energía y de voluntad suficiente de participar y actuar en positivo en la recuperación total y general de nuestro país, por medio de la creatividad, del talento, de la decencia, del amor al país, de la valentía de buen ciudadano y de un guerrero por la paz.
Estos jóvenes que admiramos y en quienes tenemos puestas la esperanza, quienes permitimos estos desafueros en que estamos sumergidos, le suplicamos a Dios que los ilumine y coloque en ellos una actitud optimista que sea el complemento imprescindible para que su cerebro sea un generador de creatividad en lugar de un pozo de lamentos o veedor de los toros desde la barrera. Su participación en este momento es decisiva. Recordemos un mensaje que nos dejó Gandhi: “Nosotros debemos el cambio que deseamos ver en el mundo”. Eso es con ustedes jóvenes, son ustedes quienes deben traer la paz, la seguridad y el bienestar general al país. Ustedes son mayoría y deben decidir entre la diatriba, el odio o el amor y la unión de todos como una sola familia, que nos demos la mano, nos miremos con respeto y admiración como gente buena; aquí cabemos todos, no olviden jóvenes que ningún árbol tiene ramas tan estúpidas como para luchar entre sí. Ustedes significan el árbol naciente con frutos nuevos que nos alimentan la esperanza y la paz de todos.
El país es de ustedes, jóvenes, respondan con energía, con gran voluntad, pensando en ser los protagonistas de un mejor país, no olviden que sólo fracasan cuando abandonan, buscas excusas o mueres. Marco Aurelio nos dijo: “Nuestras vidas son los que nuestros pensamientos hacen de ella”. Jóvenes que en su participación encontremos la paz. No fallen.
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