El apoyo que hoy muestran los trabajadores y representantes sindicales que se suman a la campaña de Henrique Capriles Radonski, no viene por generación espontánea, sino que se trata de la respuesta de estos sectores al peso que han debido cargar durante catorce años de lo que se considera es una política errada del Gobierno nacional en materia económica.
Pablo Castro, coordinador nacional de Trabajadores por la Democracia Social de Un Nuevo Tiempo y de los sindicatos que apoyan a Henrique Capriles, explicó que la política económica gubernamental ha empobrecido a los trabajadores venezolanos con la reducción de sus ingresos y la falta de una verdadera seguridad social.
«Hemos sido afectados por las políticas económicas y la negación de un gobierno que se dice obrerista, pero que no discute las contrataciones colectivas vencidas en el sector público, algunas de ellas por más de diez años», dijo.
El dirigente lamentó la destrucción del parque industrial venezolano, producto de las expropiaciones sobre las cuales asegura han afectado de forma arbitraria el empleo.
Castro recordó que la semana pasada se reunió con dirigentes sindicales de la industria cementera de todo el país, quienes en principio respondieron a la nacionalización de estas industrias, pero «hoy ven la destrucción de estas empresas, además de la negación de sus derechos al no discutir su contrato colectivo desde hace cuatro años».
Asimismo,recordó que el 50% de la población económicamente activa, que actualmente se encuentra en 13 millones de venezolanos, se encuentra desempleada y desempeñándose en la economía informal, mientras el resto se ve afectado por la acciones del Gobierno nacional.
«Se ha contratado a nuevos trabajadores, pero sin cargo fijo ni un salario decente, a lo cual se suma la congelación de los contratos colectivos desde hace una décadas en los sectores educación y salud».
Ante esta situación, Castro repasa las ofertas realizada por Capriles Radonski y hace hincapié en la necesidad de generar confianza en el país, para que tanto los inversionistas nacionales como internacionales tengan garantías y reglas claras para que sus inversiones sean seguras y pueda generar empleo para los venezolanos.
«El compromiso del próximo presidente de la República es sentarse con el movimiento sindical, los trabajadores, para revisar las contrataciones y la situación de la seguridad social. Por eso tenemos confianza en este compromiso».