Durante la mayor parte de la mañana de este martes el tránsito automotor entre Barquisimeto y Duaca se estuvo desarrollando con normalidad en ambos sentidos, hasta cerca de las once cuando un grupo de hombres y mujeres lo interrumpió con una protesta.
Se trataba de vecinos del sector La Central, en Rastrojitos, en los límites de Iribarren y Crespo, quienes de esa manera se quejaban por la falta de agua, problema que, según afirmaron, vienen padeciendo desde hace unos dos meses.
Marilú Chirinos, una de las participantes en la manifestación, dijo que en el sector La Central residen unas 160 familias afectadas por el irregular racionamiento del líquido vital.
Explicó que, debido a que el suministro de agua se venía registrando con anormalidad en la zona de Rastrojitos se acordó sectorizarlo con el envío de duranrte un día para cada una de las comunidades.
“Pero a alguien se le ocurrió acabar con ese programa y enviar el agua a todo Rastrojitos, lo cual trajo como consecuencia que sectores como el de nosotros, La Central, por estar en la parte alta, no recibimos nada”, indicó Chirinos.
“Queremos agua, queremos agua, queremos agua”, gritaban los participantes en la protesta mientras los vehículos hacían crecer la cola con la esperanza de los conductores de que sería por pocos minutos.
Los del transporte colectivo, busetas, buses y camionetas, acostumbrados a estos cierres de vías, optaban por llegar hasta el sitio de la manifestación, bajar los pasajeros y recoger otros para regresar a Duaca o Barquisimeto con otros viajeros obligados a cambiar de vehículo para poder continuar hacia sus destinos.
Los que conocen la zona optaban por desviarse y utilizando los “caminos verdes” proseguían hacia sus destinos en Crespo o Iribarren.
“No estamos en condiciones de seguir pagando 60 mil bolívares para que nos llenen de agua los tanques a cada rato a fin de que podamos tener en la casa para los alimentos, la limpieza y todo lo demás, expresó por su parte Alí Méndez, otro vecino.
Insistió en que mandándoles agua por cuatro horas a toda la zona no les beneficia pues a La Central no les llega a ninguna desde hace unos dos meses, situación que les resulta insoportable y como no les han atendido sus sugerencias optaron por reclamar públicamente.
Hasta después del mediodía el grupo de personas esperaron inútilmente la presencia de algún funcionario de Hidrolara.
Cerca de la una y media, un uniformado de la Guardia Nacional les acompañó hasta el sitio donde se encuentra la llave para abrirla y así permitir que después de dos meses, el agua llegara a La Central.
Seguidamente el tránsito volvió a la normalidad.
Para este miércoles en la mañana se acordó celebrar una reunión en la que se espera aplicar una solución definitiva a la irregular situación.