#Opinión: Pajarito volantón no te calles Por: Freddy Angulo

La primera impresión que tuve cuando me enteré de que el espíritu de Hugo Chávez había encarnado en un pequeño pajarito y se le apareció al señor Maduro comunicándose a través de silbidos, fue de risa y de indignación a la vez.
Me dije: ¿No tiene ese señor otro tema de diálogo que no sea el de convertir a Chávez en un ánima aparecida?, ¿por qué no nos explica cómo es que en sus pocos meses de gobierno ya van dos devaluaciones del bolívar que sobrepasan el 200%?, ¿por qué no nos explica el señor Maduro cómo vamos a hacer quienes vivimos de un salario para mantener nuestros hogares con los miserables sueldos que recibimos los venezolanos?, en lugar de hablarnos de pajaritos preñados.
¿Por qué no le pregunta a ese pajarito a donde fueron a parar más de un billón de dólares que ingresaron al país los últimos 14 años? Señor Maduro, dígale a ese pajarito si sabe dónde y cuándo y cómo se invirtieron más de 275 mil millones de dólares  que adquirimos a través de la deuda interna y externa?
Señor Maduro trate de silbarle más intensamente a ese pajarito y pregúntele cómo logró convertir a Venezuela en uno de los países del mundo con mayor inflación y más violento que se tenga noticias?
Ya sabemos que el pajarito silba y se sabe comunicar muy bien, si canta mucho(silba) no tendrá ningún problema para decirle a Maduro cuál es su pacto secreto con chinos, cubanos y rusos tan fuerte como para entregarles todas nuestras riquezas naturales.
Esa fue la primera impresión. Ahora entiendo que el mensaje es de humildad, de esa humildad que seguramente adquieren aquellos que desde el más allá pueden ver cosas que nosotros los mortales aún no percibimos. Este pajarito juguetón si ciertamente es Hugo Chávez aparecido en esa materia volantona, aparece como pajarito para decirnos que ya no es el águila que no caza mosca, que entendió que la prepotencia era muy mala, que al tratar a quienes pensaban distintos de él con desprecio e insultos fue un grave pecado, que perseguir y encarcelar a sus presuntos enemigos políticos, conspiradores y golpistas (así hablaba el águila, no?) no fue buena idea debido, que ello le ha limitado su entrada a los cielos (el águila decía que al morir iba para el infierno) donde quieren estar los pajaritos.
Esa águila broncona, grosera, insultante, despreciadora de la dignidad humana (verdad doctora  Afiuni), burlona, abusadora del poder, esa águila que se creía una criatura sobre natural, poseedora de la verdad absoluta, ya no existe. Lo que el pajarito le vino a decir al mundo y a Nicolás es que es muy malo convertirse en ese tipo de águila, que es mejor ser un humilde pajarito, que es mucho mejor amar al prójimo que odiarlo, es mejor servir que ser servido, que la humildad es una obra de Dios y que aparentar creer en Dios también es un feo pecado pero saben que: piaste tarde pajarito.