Evite infartos y ACV con una vida sana

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El 7 de abril se recordó el Día Mundial de la Salud, y para esta fecha la Organización Mundial de la Salud (OMS) escogió el tema: hipertensión arterial.

La campaña estuvo dirigida a todas las personas, porque las estadísticas presentan que una de cada tres personas en el mundo tienen tensión o presión alta, lo cual trae repercusiones graves para la salud.

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Esa proporción aumenta con la edad: una de cada diez personas de 20 a 40 años, y cinco de cada diez de 50 a 60 años.
Durante el embarazo puede resultar peligroso para el bebé si no es tratada a tiempo, porque puede llevar al retraso en el crecimiento del niño, desprendimiento placentario, sufrimiento fetal o parto prematuro.

No obstante, ahora ya es posible tratar este problema con los controles y cuidados prenatales adecuados, de allí la importancia de las consultas prenatales, al menos tres antes del parto.

La hipertensión – también conocida como tensión arterial alta – aumenta el riesgo de infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia renal.

Cuando no está controlada puede causar también ceguera, irregularidades del ritmo cardíaco y fallo cardíaco.
El riesgo de que se presenten esas complicaciones es mayor si se dan otros factores de riesgo cardiovascular como la diabetes.

No obstante, la hipertensión se puede prevenir y tratar. En algunos países en desarrollo, la prevención y el tratamiento de la hipertensión, y de otros factores de riesgo cardiovascular, ha hecho que disminuyan las muertes por cardiopatías.
El riesgo de padecer hipertensión se puede reducir al:

• Disminuir el consumo de sal
• Seguir una dieta equilibrada
• Evitar la ingesta nociva de alcohol
• Hacer ejercicio con regularidad
• Mantener un peso saludable
• Evitar el consumo de tabaco.

¿Cómo se mide?

La tensión arterial se mide en milímetros de mercurio (mm Hg) y está compuesta de dos cifras.

La primera corresponde a la tensión arterial sistólica, que es la tensión ejercida en el momento en que el corazón se contrae.

La segunda es la tensión arterial diastólica, que es la tensión ejercida en el momento en que el corazón se relaja. Una persona tiene tensión arterial alta (hipertensión), cuando la tensión sistólica es superior a 140 mm Hg o la diastólica sobrepasa los 90 mm Hg.

Estos números se conocen a través del tensiómetro, aparato que hace la medición. Es una técnica rápida, fácil e indolora.

Aumento de peso

En muchos países las personas acumulan kilos de más como resultado de su menor actividad física y de ingerir alimentos ricos en grasas y azúcares.

Cada vez hay más jóvenes y niños que son diagnosticados con diabetes por tener sobrepeso.
La modificación de su estilo de vida constituye un deber de los padres para con sus hijos.

Una dieta poco saludable es aquella que contiene:
• Mucha comida (demasiadas calorías).
• Muchas sustancias grasas, azúcar o sal.
• Pocas frutas y hortalizas.

Si come mucho y no se mueve lo suficiente para quemar las calorías su peso aumentará; de continuar así, adquirirá sobrepeso e incluso se volverá obeso.

El exceso de peso puede provocar diabetes, hipertensión arterial e hiperlipidemia.

Las personas obesas son especialmente propensas a padecerlos si tienen mucha gordura concentrada alrededor de la cintura y el vientre.

La dieta poco saludable suele contener una gran proporción de la llamada “comida rápida”, que es rica en grasas y azúcares, así como bebidas gaseosas azucaradas.

La comida rápida contiene una gran cantidad de sal, que incrementa la tensión arterial.

Inactividad física

La actividad física reduce el riesgo de sufrir infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares porque:
• Ayuda al cuerpo a quemar grasas y azúcares y a mantener el peso adecuado.

• Reduce la tensión arterial.

• Aumenta la concentración de oxígeno en el cuerpo.

• Disminuye el estrés.
• Fortalece el músculo cardiaco y los huesos.
• Mejora la circulación sanguínea y el tono muscular.

Permanecer activo reduce asimismo el riesgo de contraer enfermedades como el cáncer.

Las personas activas suelen sentirse mejor y más felices, tienden a dormir mejor y a tener más energía, confianza en sí mismos y mayor capacidad de concentración.

No es necesario entrenarse para llegar a ser un atleta profesional. Una caminata, el trabajo en el jardín o la realización de tareas domésticas durante por lo menos 30 minutos casi todos los días le ayudarán a prevenir los infartos de miocardio y los accidentes cerebrovasculares.

Consumo de tabaco

El humo de tabaco contiene numerosas sustancias que dañan los pulmones, los vasos sanguíneos y el corazón.
Esas sustancias ocupan en la sangre el lugar del oxígeno que el corazón y el cerebro necesitan para funcionar con normalidad.

El consumo de tabaco también aumenta de forma considerable la probabilidad de padecer un infarto de miocardio o un accidente cerebrovascular (ictus).

El tabaco causa, asimismo, cáncer, enfermedades pulmonares, y perjudica al feto durante la gestación.
La inhalación pasiva del humo del tabaco de otros causa tanto daño como si fumara uno mismo.

Dejar de fumar trae beneficios

El tabaco se puede utilizar de muchas formas: fumado en cigarrillo, cigarro o pipa, mascado o inhalado por la nariz. De cualquier forma, es muy nocivo para la salud.

El abandono del consumo de tabaco trae otros beneficios:
• Al cabo de unos días se sentirá menos fatigado y despertará por las mañanas sintiéndose más descansado. Tendrá más energía. Su circulación sanguínea habrá mejorado en unas pocas semanas y podrá caminar con mayor agilidad.

• Mejorará su sentido del gusto y del olfato, de modo que podrá disfrutar mejor de las comidas.

• Ya no olerá a humo y tendrá un aliento más fresco.
• Ahorrará dinero.
• Habrá dejado de exponer a su familia y amigos a los efectos perniciosos del humo del tabaco.

Diabetes

El cuerpo produce una hormona, la insulina, que ayuda a las células a utilizar el azúcar de la sangre para producir energía. Cuando el cuerpo no genera suficiente insulina o no puede utilizarla de forma apropiada, como ocurre en la diabetes, se acumula azúcar en la sangre.

La hiperglucemia acelera la aterosclerosis (el estrechamiento y endurecimiento de las arterias), que a su vez aumenta mucho el riesgo de padecer infartos de miocardio o ACV.

El tratamiento de la diabetes exige un cambio de alimentación y estilo de vida. A veces es necesario tomar medicamentos que reducen la glucemia.

Grasas en la sangre

Las grasas de la sangre son un grupo de sustancias diversas entre las que se encuentran el colesterol y los triglicéridos.
La hiperlipidemia hace que se formen depósitos grasos en las arterias, y ello fomenta la aparición de aterosclerosis (el estrechamiento y endurecimiento de las arterias).

Si tiene concentraciones elevadas de colesterol o triglicéridos en la sangre, debe ingerir una menor cantidad de alimentos grasos, permanecer activo y controlar su peso.

Si estas medidas no fueran suficientes, probablemente también necesite tomar medicamentos que disminuyan la concentración sanguínea de grasas.

Síndrome metabólico

Cuando una persona tiene al mismo tiempo obesidad central (demasiada grasa alrededor de la cintura), concentraciones anómalas de grasas en la sangre, hipertensión e hiperglucemia, se dice que padece síndrome metabólico.

Peligrosa tensión

La tensión arterial es la fuerza que la sangre ejerce contra las paredes de las arterias; cuando es alta, el corazón trabaja más de lo que debe y, con el tiempo, se debilita.

Para evitarla debe permanecer activo, mantener un peso adecuado y comer alimentos sanos.

La alimentación sana incluye una cantidad considerable de frutas y hortalizas, reducir el consumo de sal en la dieta y no tome bebidas alcohólicas en demasía.

Si a pesar de todas estas modificaciones de su estilo de vida no logra reducir la tensión arterial, existen medicamentos que lo ayudarán a hacerlo.

Estrés crónico

El sentimiento prolongado de soledad, aislamiento o angustia puede asociarse con otros factores de riesgo y aumentar la probabilidad de que una persona sufra un infarto de miocardio o un accidente cerebrovascular.

Ciertos medicamentos
Algunos anticonceptivos orales y tratamientos hormonales pueden aumentar el riesgo de infarto de miocardio.

Ritmo cardiaco irregular
Cuando el ritmo cardiaco es irregular (fibrilación auricular), el corazón no se contrae con la fuerza que debería. Ello puede hacer que la sangre se estanque en el corazón y se formen coágulos. Si esos coágulos se desplazan pueden llegar al cerebro, quedar atrapados en alguna arteria cerebral estrecha, obstruir el flujo de sangre y producir un accidente cerebrovascular. Hasta un 20% de los accidentes cerebrovasculares están relacionados con la fibrilación auricular.

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