Uno de los veteranos comandantes de las FARC negó versiones de supuestas fracturas internas al tiempo que garantizó que las bases insurgentes acatarán eventuales acuerdos a los que se llegue en la mesa de negociación que sostienen con el gobierno del presidente Juan Manuel Santos, se informó el miércoles.
En un poco frecuente pronunciamiento, el comandante Joaquín Gómez, miembro del secretariado o máxima jefatura guerrillera y jefe del Bloque Sur que opera en regiones del sur colombiano, indicó que en el grupo rebelde no existe una división entre un ala militar y una política, sino que sus decisiones y acciones son colectivas.
En el comunicado, el bloque dirigido Gómez sostuvo que buscaba esclarecer a «algunos políticos despistados, que conocen de todo menos de la realidad en que viven, que… en las FARC-EP (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo) no existen alas políticas ni alas militares… En las FARC-EP todas las instancias de dirección se rigen por el principio de la dirección colectiva».
Pero ante las dudas sobre supuestas divergencias entre los negociadores de las FARC en los diálogos que se llevan a cabo en Cuba con el gobierno colombiano desde fines de 2012 y otros miembros del grupo insurgente, Gómez sostuvo que se someterán a las decisiones que tomen sus representantes en La Habana.
«Por subordinación y por convicción, el Bloque Sur está de acuerdo con sus representantes en las actuales conversaciones de paz en La Habana. Acatará y cumplirá al pie de la letra con los acuerdos a que se llegare», sostuvo Gómez, de 66 años y cuyo verdadero nombre es Milton de Jesús Toncel, en el comunicado divulgado en la página de internet de la guerrilla
El jefe del Bloque Sur, unidad a la que se atribuyen los más demoledores golpes infringidos por las FARC a los militares y policías a fines de los años 90 con ataques en los que murieron decenas de uniformados y otros tantos quedaron en cautiverio por años, fue parte del equipo negociador de la guerrilla en un frustrado intento de diálogo entre 1999 y 2002 en una región del sur colombiano, bastión de la insurgencia.
La declaración del jefe rebelde surge cuando políticos y analistas de varias tendencias han destacado que en la mesa de Cuba falta precisamente la representación del «ala militar» de las FARC, es decir, de los comandantes de mayor experiencia y éxito en el combate contra la fuerza pública, precisamente como Gómez.
Algunos políticos también se han preguntado si esa ausencia de los comandantes más duros de las FARC no podría desembocar en que si se firma un acuerdo de paz, tales unidades o bloques rebeldes se separen y no acaten lo firmado en La Habana.
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