Reflexión
El próximo domingo asistimos a un nuevo proceso electoral. Y eso es bueno para el país. Pero no sé hasta dónde este evento sea bueno para el cristiano comprometido con la predicación del mensaje de Salvación.
Por ello, a riesgo que algún cristiano no le agrade nuestro planteamiento, por cuanto siente que no hace mal en convocar a quienes buscan en él el mensaje de Cristo hacia su corriente política, en la vorágine que avasalla la vida de este país. Por cuanto ve con absoluta normalidad que su “real sacerdocio“, “linaje escogido” y “pueblo santo” no se contamina al encaminar a otros hacia su tendencia ideológica. Sea oficialista u opositora. De igual manera es útil hacer algunas reflexiones al respecto. Sin embargo, es posible que esta semilla caiga en terreno fangoso, pedregoso o espinoso y no produzca el fruto esperado. Pero seguro, caerá en terreno fértil y el Espíritu Santo hará la obra de conversión en alguien.
El ejemplo de Juan El Bautista me llama mucho la atención. Desde el vientre de su madre fue elegido para preparar el camino al Mesías Salvador. Como cualquiera de nosotros. Y lo entendió de tal manera, que su vida fue de entrega absoluta a ello. Teniendo las posibilidades de vestir la mejor ropa, alimentarse de la mejor comida y codearse con los sectores religiosos y sociales más altos de la sociedad, por cuanto era profeta, en ningún momento desvió su mente para otra cosa. Para nada consideró el aspecto político y la explotación que ejercía el gobierno romano sobre el pueblo. Escogió cubrir su cuerpo con vestido de pelos de camello, comer langosta y miel silvestre; y aislarse en el desierto como un acto de obediencia y preparación. Cuando lo exaltaban sobre la alta investidura que ocupaba en el mundo judío de la época, les decía “…el que viene después de mí, cuyas sandalias no soy digno de llevar, es más poderoso que yo. El os bautizará en Espíritu Santo y fuego.” Mat.3:11.
“Juan tenía los defectos y debilidades típicos de la humanidad, pero el toque del amor divino lo había transformado. Cuando sus discípulos, después que hubo comenzado el ministerio de Cristo, se quejaron de que todos los hombres estaban siguiendo a un nuevo maestro, el Bautista demostró cuán claramente comprendía su relación con el Mesías, y cuán gozosamente daba la bienvenida a quien había preparado el camino. «Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe» (Juan 3: 30). … No procuró Juan atraer los hombres a sí mismo, sino elevar sus pensamientos más y más alto, hasta que se detuvieran sobre el Cordero de Dios. . .” Libro Alza tus ojos. Elena de White. Ese es el llamado de Dios a sus hijos siempre. Es la elección que el cristiano debe hacer hoy. Si tiene que cumplir con un acto ciudadano, puede hacerlo, pero su norte, su elección, no es predicar de un candidato. Su elección debe ser, no contaminarse con el mundo político. Predicar con palabras, actos y testimonio el mensaje de arrepentimiento y Salvación. “Dios llama a hombres como Elías, Natán y Juan el Bautista, hombres que darán su mensaje con fidelidad, irrespectivamente de las consecuencias; hombres que dirán la verdad con valor, aun cuando ello exija el sacrificio de todo lo que tienen” (Profetas y Reyes, págs. 97-104).
Los discípulos no comprendieron al principio, que el reino de Dios no era de este mundo. Con el cristiano hoy sucede igual. Argumentan que es necesario dejar al gobierno por cuanto beneficia a los pobres. O que hay que quitarlo por la corrupción. Entonces concluye, que debemos involucrarnos para ayudar. !Error!
“El gobierno bajo el cual Jesús vivía era corrompido y opresivo; por todos lados había abusos clamorosos: extorsión, intolerancia y crueldad insultante. Sin embargo, el Salvador no intentó hacer reformas civiles, no atacó los abusos nacionales ni condenó a los enemigos nacionales. El que era nuestro ejemplo se mantuvo alejado de los gobiernos terrenales. No porque fuese indiferente a los males de los hombres, sino porque el remedio no consistía en medidas simplemente humanas y externas. Para ser eficiente, la cura debía alcanzar a los hombres individualmente, y debía regenerar el corazón” Libro Dios nos cuida Elena de White. !Sin argumentos!
Por su parte, Jesús, nuestro mejor ejemplo, lo expone de manera contundente. «Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos. Pero mi reino no es de aquí»Juan.18:36. Y sigue diciendo. «Ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.”Juan.13:15. !No se engañe!
¡Hasta el próximo martes, Dios mediante. Próximo título: “El tesoro escondido” “La Biblia hace a la mejor gente del mundo” Thomas Jefferson.
