La extracción petrolera venezolana se estabilizó en torno a 3,12 millones de barriles por día (bpd) luego de que la estatal PDVSA lograra detener la caída que había experimentado la segunda mayor región productora del país, dijo el lunes el ministro de Petróleo, Rafael Ramírez.
Con una fuerte deuda acumulada con las transnacionales que prestan servicios a Petróleos de Venezuela (PDVSA), el bombeo en el norte de Monagas había retrocedido lentamente, llevando la producción nacional de crudo y líquidos de gas natural a una caída de un 3 por ciento a 3,03 millones de bpd en el 2012.
«La producción está subiendo, particularmente en la Faja del Orinoco. La situación en Oriente se ha venido solventando y seguirá subiendo tras el descubrimiento que hicimos en El Furrial», dijo Ramírez a Reuters en una entrevista telefónica.
Cifras extraoficiales indican que la producción en el norte de Monagas retrocedió alrededor de 12 por ciento hasta principios del 2013, para situarse en torno a 800.000 bpd, de una capacidad de producción cercana a 1 millón de bpd.
El también presidente de PDVSA reveló que la zona de El Furrial, en el norte de Monagas, la empresa acaba de hacer un hallazgo de 1.000 millones de barriles en reservas de crudo liviano de 42 grados API que está en proceso de certificación, lo que aliviaría los cuellos de botella que tiene la firma.
La estatal petrolera, principal financista del proyecto del fallecido presidente Hugo Chávez, adelantó el mes pasado que sus ingresos retrocedieron un 0,2 por ciento en el 2012 a 124.459 millones de dólares, principalmente debido a mayores pérdidas en el subsidiado mercado interno de combustibles.
Aunque el patrimonio de la empresa, la más grande del país sudamericano, se expandió, sus pasivos también crecieron atizados por la acumulación récord de 16.475 millones de dólares en deudas con proveedores de bienes y servicios, entre ellas firmas de taladros como la estadounidense Schlumberger.
«Schlumberger tiene con nosotros una factura anual de 2.000 millones de dólares. Sabemos que las empresas pequeñas no tienen músculo financiero para aguantar más de tres meses sin cobrar, pero con las grandes es diferente, la relación es dinámica», dijo el ejecutivo.
Ramírez se reunió en marzo con la directiva de la empresa para firmar un acuerdo de pago paulatino de las deudas.
El ministro dijo que ese esquema se reproducirá con otras empresas de servicios, con la meta de que se puedan «autofinanciar» los costos de producción a través de un mecanismo que agilice las operaciones.
Esto permitiría a PDVSA y sus empresas mixtas alcanzar más rápidamente sus metas de incremento de producción, que se han incumplido repetidamente en los últimos años.
Producción aletargada
El Gobierno planificó una producción de crudo de 3,5 millones de bpd en 2012 que no cumplió y este año prevé llegar a 3,25 millones de bpd, con una capacidad de 3,5 millones de bpd.
«La producción va a reaccionar. El recurso está ahí y nosotros tenemos la ventaja de tener un riesgo geológico mínimo», dijo el ministro confiado.
En la Faja del Orinoco, epicentro de la actividad petrolera venezolana, PDVSA planea añadir 2 millones de bpd de producción en los próximos cinco años con una inversión compartida de más de 100.000 millones de dólares.
Ramírez dijo que socias privadas como la estatal Petrovietnam, la italiana ENI y un consorcio ruso liderado por Rosneft ya comenzaron a entregar los financiamientos acordados para extraer la producción temprana.
Especificó que PDVSA tendrá a partir de este año más incidencia en los servicios petroleros que históricamente en Venezuela han sido provistos por grandes transnacionales como Schlumberger, Baker Hughes y Halliburton.
«Somos autónomos en muchas áreas y queremos serlo ahora en el sector servicios, estamos abriendo ese mercado. Eso no implica desplazar a las transnacionales, significa una mayor competencia», dijo.
PDVSA cerró el año pasado con 381 taladros activos, una buena parte de ellos ensamblados en China, y este año ha importando el equipo necesario para dar servicios a pozos, lo que le permitirá expandirse en ese negocio.
Ramírez dijo que la estatal negocia con algunos de sus socios foráneos la provisión de sus propios equipos de perforación para las empresas mixtas conjuntas, con el fin de acortar los tiempos de instalación, pero se debe asegurar el cumplimiento de las tarifas establecidas por la propia compañía.
«Hemos estado abiertos a que traigan sus propios taladros. Es un tema de tarifas», dijo.
También dijo que este año podrían comenzar a negociarse los bonos de deuda de PDVSA en la bolsa de Hong Kong, sin dar mayores detalles.
Venezuela se encamina a las segundas presidenciales de los últimos seis meses en medio de una dura batalla entre los candidatos Nicolás Maduro y Henrique Capriles, que ha salpicado a PDVSA con diversas críticas sobre la gestión de Ramírez.
El ministro rechazó las acusaciones de corrupción en su contra que ha hecho la oposición en medio de la campaña y dijo que en los próximos días introducirá una denuncia en la Fiscalía contra quienes afirmaron que tenía cuentas millonarias en el extranjero.
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