El este de Barquisimeto se convirtió en un caos ayer en la mañana. Desde el pasado jueves, se encontraban personas a las afueras del Complejo Ferial Bicentenario, donde se efectuó a lo largo del fin de semana, ventas de equipos electrodomésticos. Una casa bien equipada, el nombre del programa de asistencia social del Gobierno nacional se cruzó con Una vía bien colapsada, como la describían los conductores atrapados en las kilométricas colas de los alrededores.
Las personas que residen en Las Trinitarias y urbanizaciones vecinas, así como aquellos con domicilio en el noreste de la ciudad, soportaron dos días de colapso vehicular, de retrasos para llegar a los sitios de trabajos y una demora desesperante para alcanzar el hogar.
La organización estuvo ausente de la jornada de ventas populares. Hasta dos horas para salir de la avenida Herman Garmendia e incorporarse a la avenida Libertador, fue el precio que pagaron los habitantes de la zona.
Otra de las cosas que exasperó no sólo a los conductores sino a quienes se dirigían a comprar neveras, televisores, aires acondicionados, entre otros productos, fue la presencia de los puntos rojos de propaganda electoral a favor del candidato oficial. Mujeres y hombres, atravesados en plena vía, rayaban los parabrisas de los vehículos, retrasando aún más la circulación de los autos en las inmediaciones del Monumento al Sol.
¿Fiscales de tránsito? Eran escasos; sus funciones eran realizadas por funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana que ahora comparten ese tipo de trabajo. La Ruta 12, con un recorrido fijo desde hace años en ese tramo, debieron modificar la movilización de los pasajeros para evitar quedar atrapados en las colas y, por ende, no perder tiempo.
Datos curiosos
Mientras las personas hacían la cola para entrar a comprar los electrodomésticos, no hubo hidratación ni toldos para protegerlos de una insolación.
Personas de la tercera edad, así como mujeres embarazadas sufrieron desmayos.
A la par de la venta de artefactos, se llevó a cabo una jornada de alimentación donde los ciudadanos buscaban los productos de primera necesidad: lo cierto del caso, es que no pudieron llevar todo cuanto quisieron: hubo restricción en la cantidad de harinas y aceites que podían comprar, así como un estricto control para llevar el pollo y carne.
Asimismo, el exceso de funcionarios militares en las afueras del Complejo Ferial Bicentenario no agradó a los ciudadanos que permanecían en las colas; algunas mujeres denunciaron maltratos verbales y otros explicaban que “los militares daban prioridad a sus familiares y amigos”.
Doble caos
La venta de electrodomésticos colapsó además la avenida Bicentenaria, así como la calle frente a la feria de hortalizas a la cual acuden numerosas familias durante el fin de semana.
En este tramo, estaban estacionados los carros que realizarían los fletes con los quipos o artefactos.
Por un lado, las largas colas de vehículos que intentaban salir del estacionamiento de la cooperativa Cecocesola y, al mismo tiempo, estaban las colas de familias en las aceras con los montones de electrodomésticos a la espera de vehículos para trasladarlos hasta casa.
Fue una congestión total, desde antes de las 7.00 de la mañana hasta pasadas las 6.00 de la tarde de este sábado. Sólo durante la noche fue posible movilizarse en la zona sin inconvenientes.
Los residentes solicitaron mayor organización en eventos similares.
