Las multitudes que han acompañado a Henrique Capriles Radonski en la campaña electoral, confirman que la avalancha de venezolanos que se han lanzado a apoyarlo en calles y avenidas de los diferentes pueblos pequeños, medianos y grandes de todo el país, constituyen la decisión de millones de venezolanos que buscan un rumbo democrático y de progreso para la población que durante 14 años creyó que el Presidente Chávez administraría miles de millones de dólares que han ingresado al Tesoro Nacional, para resolver los problemas más graves que por décadas vienen afectando la salud y la vida de los más pobres. De su heredero, por lo que ha pasado en los primeros 100 días del ejercicio ilegal de la Presidencia, todo indica que lo que hay que esperar es que el alto costo de la vida llevará a millones de venezolanos a la miseria, y la inseguridad a la muerte a miles de jóvenes en la barriadas populares y otros sectores sociales de la población.
La esperanza que millones de venezolanos pusieron en manos de Hugo Chávez, se ha desvanecido no sólo por las políticas equivocadas y fracasadas en otros países, que el Jefe del Estado trató de aplicar infructuosamente, sino también por la incapacidad de su heredero y del equipo de gobierno que nombró y recicló en esos 14 años al frente de la Administración Pública, y por la escandalosa tendencia a apropiarse de los dineros públicos, para beneficio personal, que convirtió a muchos pobres de solemnidad en multimillonarios con cuentas en bancos en el exterior, donde han sido descubiertos por policías internacionales que investigan las fuentes financieras del terrorismo y del narcotráfico, y se han encontrado cuentas mil millonarias de algunos funcionarios públicos venezolanos, provenientes de la corrupción.
Miles de obras que Hugo Chávez decretó en sus programas de Aló Presidente, no fueron ejecutadas o solamente fueron iniciadas, sin que ministros y otros altos funcionarios encargados de materializarlas, hayan rendido cuentas siquiera a su dócil Asamblea Nacional. El pueblo sospecha que se robaron gran parte del dinero destinado a dichas obras, por lo que un candidato unitario y conocedor de los problemas de la población, como Henrique Capriles, que en su brillante y excepcional campaña, se encontró con tremendo desastre y el testimonio de la población que le denunció un evidente fracaso del gobierno, promete un nuevo rumbo sin exclusiones, para de millones de venezolanos.
Zonas industriales destruidas, una agricultura colapsada, el hampa haciendo de las suyas en las calles y barrios populares, hospitales y escuelas abandonadas, carreteras y autopistas intransitables, propiedades privadas confiscadas, unas, y otras amenazadas, apagones en todas la ciudades y un alto costo de la vida, al lado de una camarilla militar y civil enriquecida, tiene que terminar con la derrota aplastante de Nicolás Maduro.
Ya entramos en la recta final y todo parece estar decidido, la mayoría de los venezolanos, e incluso es factible que muchos chavistas, hayan llegado a la conclusión de que el país requiere un cambio de rumbo, hacia un perfeccionamiento de la democracia, tal como lo establece la Constitución Nacional Bolivariana, y hacia un previsible futuro de progreso y reconciliación de los ciudadanos, hoy divididos por una política equivocada de Chávez, continuada por su heredero, alimentada por un discurso virulento, que debe llegar al final. Como lo afirmó el candidato de la Unidad Nacional, Henrique Capriles Radonski, el 14 de Abril se debe enterrar el odio, y el 15 debemos celebrar el triunfo de todos los demócratas del país.
Venezuela debe inaugurar una nueva manera de gobernar, en la que no haya discriminación por pensar distinto al Jefe del Estado, en la que se respete la independencia de las instituciones y los gobernantes estén al servicio de la población y no ésta al servicio de funcionarios electos o nombrados, que generalmente son transitorios.
14 años de gobierno durante los cuales sólo se beneficiaron los grandes oportunistas, que utilizaron sus nexos con Hugo Chávez, quien manejó a su antojo un Presupuesto paralelo, deben ser suficientes para que el pueblo chavista termine de comprender que fue manipulado, engañado, con pequeñas ayudas que no contribuyeron a resolver sus problemas de empleo, seguridad social y progreso personal y familiar. Lo único, reconocido como de interés social es la entrega de algunas viviendas a última hora, pero sin título de propiedad, por lo que Henrique Capriles les ha garantizado que él, como nuevo Presidente, se los entregará, para que tengan un patrimonio familiar, pueden dejarla en herencia a sus hijos y hasta puedan hipotecarla para realizar alguna actividad empresarial que les permita mejorar sus ingresos y su nivel de vida. Capriles les señala un camino, un nuevo rumbo para un mejor futuro.