El secuestro es considerado uno de los delitos más graves, porque se trata de negociar con la vida de una persona.
Está acción fue iniciada en el vecino país de Colombia y se fue trasladando a Venezuela a través de las fronteras, posteriormente se fue internalizando en todo el territorio nacional hasta que los delincuentes se dieron cuenta de que era una forma efectiva de lucrarse, pues jugaban con el terror y el miedo de los familiares de la víctima, quienes sin pensarlo dos veces cancelaban con tal de tener a su ser querido de vuelta y sano y salvo.
El secuestro se fue masificando en todo el país, las bandas que se dedicaban al robo y hurto de vehículos, se organizaron para planificar los plagios. Además de que los cuerpos de seguridad especialistas en esta materia tenían un problema: que las víctimas de secuestro no confiaban en ellos. Los delincuentes se aprovechaban de dicha situación, porque jugaban con el terror de los familiares al amenazarlos con quitarles la vida si denunciaban o si la información aparecía en algún medio de comunicación.
Los seres queridos de los secuestrados hacían caso a las bandas organizadas, temiendo por el bienestar de los suyos y no pedían ayuda a las autoridades, pasando la mayoría de los casos a formar parte de las famosas cifras negras, porque para los cuerpos de seguridad cuando no existe una denuncia no existe el delito y el mismo queda impune.
Debido a que este tipo de delitos se elevó considerablemente, el Estado se vio en la obligación de promulgar una ley que lo castigara.
El 5 de junio del 2009 en la Gaceta Oficial número 39.194 se dio a conocer La Ley Contra el Secuestro y la Extorsión, que tipifica en su artículo 3: “Quien ilegítimamente prive de su libertad, retenga, oculte, arrebate o traslade a una o más personas, por cualquier medio, a un lugar distinto al que se hallaba, para obtener de ellas o de terceras personas dinero, bienes, títulos, documentos, beneficios, acciones u omisiones que produzcan efectos jurídicos o que alteren de cualquier manera sus derechos a cambio de su libertad, será sancionado o sancionada con prisión de 20 a 30 años”. Así mismo en esta ley estipulan los tipos de secuestros y sus agravantes, en los cuales toman en consideración los fines del plagio, el género y la edad de la víctima, así como establece la pena para aquellos que colaboren en el hecho.
Lara no escapó del fenómeno
En la entidad larense este tipo de hechos delictivos proliferó a tal punto que durante 2008 y 2009 se manejaron cifras de más de 60 secuestros anuales; en el 2010 fueron 63 los reportados.
El Grupo Antiextorsión y Secuestro (GAES) de la Guardia Nacional y el Grupo de Trabajo Contra Secuestro y Extorsión del Cicpc comenzaron a batallar contra este tipo de delitos. En un tiempo lo hicieron en conjunto y dieron golpes duros a estas organizaciones delictivas, dándole bajas a varios delincuentes, pero aún así no lograron acabar con este tipo de hechos.
Una de las principales funciones de los especialistas en la materia fue dar a conocer la ley, para que el público supiera qué hacer y así ellos fueron ganándose la confianza de las personas, quienes, asustados acudían para pedir ayuda y recibían atención por parte de los funcionarios, quienes a la par se prepararon para atender todo tipo de casos.
En un principio fueron apareciendo casos de autosecuestros, los cuales salían a la luz pública y al ver que tenían sanciones graves, que las supuestas víctimas eran privadas de su libertad, fueron disminuyendo.
Sin embargo las bandas organizadas se las ingeniaban para cambiar de modus operandi, para no ser descubiertos y seguir lucrándose tras negociar con la libertad y vida de las personas.
Cicpc blindado
Debido a la gran cantidad de secuestros que se reportaban en el país, el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc), le puso énfasis a sus grupos de trabajo, que se dieron a la tarea de atacar este flagelo con mano dura. Se crearon bases en los estados en donde se tenía mayor cantidad de personas en cautiverio.
Descubrieron la participación de gran cantidad de funcionarios de diversos cuerpos de seguridad involucrados en este tipo de hechos delictivos, a quienes detuvieron y expulsaron de las instituciones para las que laboraban. Dicha situación causó depuración en algunos grupos de trabajo, además que dieron pie a que la colectividad confiara en los organismos, porque estaban seguros de que no estaban respaldando este tipo de acciones.
El Grupo de Trabajo Contra Extorsión y Secuestro del Cicpc Lara fue uno de los que más se destacó en la tarea de combatir este delito. Su acción fue eficiente, represiva y con gran esfuerzo, dedicación y vocación se trazaron una meta en la entidad y era decirle no al secuestro.
A raíz de que las cifras eran exageradas surgieron algunos cambios desde el 2010, que lograron cumplir con su objetivo.
Cicpc Lara está conformado por 14 hombres y cuentan con el apoyo de 25 de la Base Centroccidental, que también atiende los estados Portuguesa, Yaracuy, Falcón y Trujillo. Tan significante ha sido el trabajo de los sabuesos larenses que este grupo ha viajado por varios estados del país colaborando con sus compañeros y sacando sus propios casos. En Lara pasó de tener una cifra de más de 60 plagios anuales, a 42 durante el 2011, y a 37 en 2012.
El propio ministro de Interior y Justicia, Néstor Reverol, indicó a mediados del año 2012 que el Cicpc Lara había reducido los plagios en un 52% y felicitó al grupo por su gestión, y es que en verdad su trabajo se comenzó a sentir.
Desde las bandas menos organizadas hasta las más experimentadas y peligrosas han visto desvanecer sus aspiraciones de lucrarse a través del secuestro.
Durante el año pasado este grupo especializado resolvió el 75% de los casos reportados ante las autoridades, pudieron detener a 45 personas involucradas en plagios, en su mayoría los negociadores, cuidadores y los que se encargaban de interceptar a sus víctimas.
Cinco cuidadores resultaron abatidos y lograron el rescate de siete de las víctimas.
Los hampones se dieron cuenta de que tenían que andar con cuidado, que el grupo de secuestro les pisaba los talones y en ocasiones iban más adelante que ellos.
Por dicha razón los funcionarios creen que los delincuentes han optado por dejar de cometer este tipo de delitos porque no les estaban dando tregua alguna; así mismo contribuyó el desalojo de la cárcel de Uribana, porque de dicho recinto era de donde mayormente provenían las llamadas efectuadas a los familiares de las víctimas de plagios.
Este 2013 arrancó con muy buen pie para los cuerpos de seguridad de Lara.
Sólo se han registrado dos secuestros, uno de un comerciante asiático plagiado en el mes de febrero y liberado a los días por sus captores; otro de un taxista en Pavia, hecho perpetrado en ese mismo mes. La víctima fue rescatada por la comisión del Cicpc.
Ya culminó el primer trimestre del año y de seguir con esta tendencia estaríamos hablando de una reducción de más de un 98%.
Recomendaciones
Al salir de sus hogares hacia el trabajo, no deben tomar las mismas vías diarias, siempre deben cambiar sus rutas.
No dar información a extraños de tus movimientos bancarios.
No publicar en teléfonos inteligentes o redes sociales en el momento que te vas de viaje, información sobre tus tareas diarias o la de tus familiares.
No presumir o divulgar sobre los bienes que se tengan.
-Siempre que lleguen a su destino, visualizar que no son seguidos por extraños, que pudieran sorprenderlos.
-En caso de que se sientan acorralados por un grupo de delincuentes, comunicarse de inmediato con el Servicio de Emergencia 171.
Si está cerca de algún modulo policial o de alguna alcabala deténgase e informe sobre lo sucedido.
