A un mes de la muerte del más importante líder de su historia contemporánea Venezuela sigue estremecida y sin un rumbo claro mientras se debate en una intensa y breve campaña electoral si continúa con el proyecto socialista iniciado por Hugo Chávez y que ahora encarna su heredero Nicolás Maduro o da un viraje hacia un modelo político de centro que defiende el libre mercado representado por el candidato opositor Henrique Capriles.
Aunque algunas de las encuestas locales dan como favorito a Maduro para vencer a Capriles en los comicios del 14 de abril, algunos analistas consultados por la AP estiman que el panorama del país es incierto y que los resultados electorales podrían ser ajustados.
A escasos tres días de haberse iniciado la campaña electoral, que finaliza el 11 de abril, el ambiente político tiende a crisparse entre los fuertes discursos de los dos bandos y las denuncias que realizó esta semana la oposición sobre un supuesto plan que estarían preparando altos oficiales para utilizar a militares activos y milicias para movilizar a los electores a votar a favor de Maduro y la detección de un técnico oficialista que tuvo acceso a una clave secreta que activa las máquinas de votación.
Maduro aprovechó el viernes un encuentro en la capital con los jefes de los comandos militares del país para llamarlos a estar alertas ante supuestos planes de la oposición que estaría buscando alianzas con altos oficiales para dividir el cuerpo castrense. «La derecha ha colocado (en) el centro de su campaña el ataque a la fuerza armada», dijo el mandatario encargado en el acto que difundió la televisora estatal, donde reconoció que después del 14 de abril será «presidente constitucional y comandante en jefe de la fuerza armada», lo que desató intensos aplausos de los presentes.
En medio del acto, el candidato oficialista instó a los militares a mantenerse unidos y leales al legado de Chávez.
El presidente denunció el jueves, sin mostrar pruebas, que la oposición estaría organizando un «apagón general» como parte de un supuesto complot para afectar las elecciones y dijo que si eso llegara a ocurrir el pueblo y la fuerza armada deberán salir a la calle para demostrar su disposición a que la «revolución del siglo XXI continúa su marcha».
Sin aventurarse a dar estimaciones de cómo podría ser la votación el 14 de abril, Capriles asegura sentirse confiado de su victoria.
`No creo que hay ninguna encuesta seria que pueda tener una foto de lo que está pasando en Venezuela», dijo el jueves el candidato opositor en entrevista con The Associated Press luego de una multitudinaria concentración en la ciudad centro costera de Maracay.
Capriles, de 40 años, sostiene que su medición la obtiene de la calle donde dice que ha logrado despertar, en casi dos semanas de precampaña y tres días de campaña formal, un «torbellino» de emociones que cree que pueden ser decisivas para su triunfo.
«Yo siento que la emoción está de este lado. Allá hay un candidato muy malo, sin carisma, sin liderazgo», agregó.
La principal apuesta de Capriles está en los 6,5 millones de votos que obtuvo en los comicios presidenciales del 7 de octubre en los que perdió frente a Chávez quien logró la reelección con 55% de los sufragios (8 millones de votos).
El candidato opositor desestimó las afirmaciones de dirigentes oficialistas que aseguran que Maduro vencerá por amplio margen y dijo que de «sacar ellos la misma votación del presidente (Chávez) para mí es un fraude… estamos hablando de un proceso trampeado. Eso no se los cree nadie».
«Sea cual sea el escenario yo no visualizo que Nicolás Maduro tenga la capacidad de estar mucho tiempo en el gobierno… renuncia, abandona si él llegara a ganar», acotó.
En relación con las recientes denuncias que ha hecho la oposición sobre el posible uso de militares y milicias para movilizar electores y la detección de un técnico oficialista que tuvo acceso a una clave secreta para activar las máquinas de votación, Capriles descartó que esos señalamientos vayan a desalentar a los electores opositores y dijo que la «rabia (hay que) convertirla en fuerza y más motivación para votar».
«Estamos luchando contra tramposos, contra un gobierno que no juega democráticamente, pero la lucha que nosotros decidimos es derrotar con votos a un gobierno que no es democrático «, precisó.
Sobre el papel que cumplirán los militares en los venideros comicios como custodios de las instalaciones y el material electoral, el líder opositor afirmó que «tengo confianza en que la fuerza armada va ser garante de que el voto popular va a ser respetado». Capriles dijo que la mayoría de los 200.000 uniformados no apoyan las declaraciones del ministro de la Defensa, almirante en jefe Diego Molero, al que consideró como «politiquero» por expresar públicamente su respaldo al proyecto de Maduro.
Respecto de sus planes de política exterior el opositor dijo que estaba dispuesto a «revisar» las relaciones con Irán, Siria y Bielorrusia, con los que sostuvo que no hay afinidad, y reiteró que de ser electo presidente no va a seguir «regalando» el petróleo venezolano y «financiando proyectos políticos» como asegura que sería el caso de Cuba.
El consultor político Edgard Gutiérrez afirmó el viernes que era de esperarse la «abierta confrontación» que se ha dado entre los dos bandos y el «tono agrio» de los discursos de los candidatos.
Gutiérrez agregó a la AP en entrevista telefónica que ante los resultados que han arrojado algunos sondeos de opinión Maduro, de 50 años, tiene «la primera opción de triunfo», pero precisó que hay otras encuestas que ya muestran un «cierre de la brecha» entre los dos candidatos.
El analista indicó que debido a la brevedad de la campaña «luce complicado» que el candidato opositor pueda acortar y superar la ventaja de Maduro, pero sostuvo que la abstención va ser «clave» para definir los resultados en la elección.
Un estudio del mes pasado de la encuestadora Datanálisis, una de las principales del país, reveló que el presidente encargado contaba con un respaldo de 49,2% y superaba por 14,4 puntos porcentuales a Capriles. La encuesta, realizada entre unas 800 personas y con un margen de error de 3,4%, determinó que Capriles contaba con un apoyo de 34,8%.
Foto: AP