El público de pie aplaude eufórico a la actriz Mariaca Semprún, quien terminaba de interpretar – de forma sorprendente – a la cantante cubana La Lupe, con el monólogo La Lupe, reina del desamor, que se presentó recientemente en el Festival Internacional de Teatro de Caracas 2013.
Emocionada recibe la ovación de los presentes, quienes agradecen su entrega en las tablas, donde rememora la vida de una de las grandes estrellas de la música latina: Guadalupe Victoria Yolí Raymond, conocida como “La Lupe”, “La Yiyiyi” o “La Reina del Latin Soul”. EL IMPULSO conversó con Semprún, quien expresó con regocijo que encarar a La Lupe ha sido toda una bendición. Explicó que antes había hecho personajes con más similitud a ella, “pero éste rompe con todos los esquemas a nivel personal”.
Llegó a la obra por la invitación de Advanta Producciones, quienes vieron en ella la persona idónea para representar a la artista cubana. “En un principio casi me negué, por la gran responsabilidad que implicaba interpretar a este gran personaje que existió. Tenía temor en que no fuera a estar a la altura, que fuera a cometer algún error, porque no tenía garantía de poder llegar hacerla bien”. Pero para el dramaturgo y director venezolano, Gabriel Díaz, quien vive en Alemania desde hace años, ella era la actriz perfecta para interpretarla, no lo dudó. “Él no me conocía, solo había visto cosas mías por internet, pero me insistió y me afirmó que sí iba funcionar. Yo igual sentía que era una irresponsabilidad, pero él sentía lo contrario.
-Entonces, ¿fue un reto encarar a La Lupe?
– Los retos están por todos lados. Yo pensaba que un monólogo se asumía cuando ya has hecho muchas cosas y estás en el esplendor de tu carrera, por eso no pensaba que era el momento, pero ellos insistieron y acepté. Investigué por un año de su vida, música, comentarios y el vínculo que tenía con Venezuela. Los ensayos fueron menos de dos meses, ocho horas diarias, salía agotada, hasta bajé unos kilos porque sudaba mucho.
-Luego de varias funciones, ¿cómo se sintió al representar este personaje?
-He hecho este trabajo con mucha humildad, porque llegarle a esa grandeza de La Lupe era muy osado. No puedo compararme con ella, quien tenía una energía irrepetible. La reacción del público ha sido maravillosa, su euforia, eso lo agradezco mucho. La pieza no solo es un homenaje a la cantante, sino que se está rescatando su música y su arte, y la generación que no la conocía descubre su historia.
-¿Qué fue lo más difícil del personaje?
-Lo que más me costó fue lo vocal, llegar a esa sonoridad, que no es idéntica, pero la imito bastante bien. Conseguir su modo interpretativo de cada tema, el timbre, para eso me grababa sobre la voz de ella e iba chequeando, porque una cosa es el sonido que tu emites en tu cabeza, y otro el que verdaderamente sale, tenía que corroborar que lo que emitía era lo que sonaba. Tuve bastante tiempo para prepararme. No se trataba de imitarla exactamente, sino de emularla, acercarse a ella. Vocalmente fue lo que me costó, porque mi manera de cantar es otra, y nunca había usado ese registro de voz, eso me permitió descubrirlo, fue maravilloso.
De La Lupe aprendió que la fama y el dinero es un arma de doble filo que puede dañar la vida de las personas si no lo saben manejar.