La intensa pero corta lluvia caída en Palavecino el pasado sábado, además de inundar diversos sectores del municipio, causó angustiosa alarma entre los ocupantes de Villa Esperanza.
Giovanny Garrido, vecino de la populosa zona, reseñó que el canal de desagüe construido por una urbanizadora privada para recoger las aguas pluviales de la avenida Libertador de Cabudare y dirigidas a la quebrada Tabure, superó los dos metros de altura.
Los ranchos construidos a menos de tres metros del canal en tierra, sufrieron por la instabilidad del terreno.
Garrido comentó que la crecida fue tan caudalosa, que algunas familias abandonaron las humildes viviendas de lata por temor a inundarse.
El canal está completamente repleto de maleza, escombros y basura, entre otros desechos, “inconsciencia de los mismos vecinos que también se han visto obligados por la ausencia del Servicio de Aseo Urbano”.
Antes de la ocupación de las tierras, el canal permanecía limpio, pero una vez invadidas, la canalización sufrió un revés.
Actualmente, este drenaje se ha ensanchado progresivamente, derrumbándose los taludes con cada crecida, comprometiendo así el proyecto de la avenida Tarabana, que una vez ejecutada, pasará a un lado del canal.
Exigieron su embaulamiento
Residentes de Villa Esperanza y Divina Pastora, ocupaciones que siguen creciendo aceleradamente en el sector y que ya superan las mil familias, instaron al Gobierno municipal embaular el drenaje antes que el mismo siga ampliándose.
-Pedimos al alcalde Richard Coroba, que emplee recursos para solucionar este problema antes que ocurra un deslave y por ende una desgracia.
Así como nos apoyaron para meternos en este terreno, dijo una vecina que optó por reservar su nombre, esperamos la misma consideración para que atiendan el riesgo que corremos.
Narró que el sábado, el agua corrió por los accesos dejados para la posterior construcción de las calles de Villa Esperanza, lo cual imposibilitó la salida del sitio de las personas.
-El barro nos llegó a las rodillas. El agua corrió en dirección a la avenida El Placer, por una parte, y por la otra, hasta la quebrada Tabure, pasando por encima de árboles y arbustos que han crecido dentro del canal y en la confluencia de ambos drenajes.
Cableado enmarañado
Una gran parte de Villa Esperanza no tiene servicio eléctrico sino una maraña de cables interconectados en los postes vecinos, escenario que ha ocasionado cortos circuitos, más con las últimas precipitaciones, razón por la cual los vecinos pidieron asistencia de Corpoelec.
