Con un empate 2-2 el martes en casa ante el Barcelona, conseguido en el descuento final con un tanto de Blaise Matuidi, el París Saint-Germain consiguió llegar vivo al partido de vuelta de su cruce de cuartos de la Liga de Campeones, tras apoyarse en sus principales figuras.
Además de Matuidi, el sueco Zlatan Ibrahimovic, autor del primer gol parisino, y el brasileño Thiago Silva, soberbio en defensa, fueron protagonistas en un partido de grandísima intensidad, digno en emoción de los cuartos de final del gran torneo europeo.
Durante mucho tiempo se ha acusado a ‘Ibra’ de ser un jugadores de «partidos pequeños» y de fallar en los grandes momentos.
Antes del partido del martes, el sueco había conseguido 30 tantos en 97 partidos de la Liga de Campeones, pero sólo cuatro de ellos habían llegado en encuentros de eliminación directa, de ellos sólo dos en cuartos de final o más lejos. El del martes fue el tercero.
Ibrahimovic dio además el pase para Matuidi, que consiguió el empate 2-2 en el 90+4, dando a la eliminatoria más emoción.
El escandinavo puso en problemas a Sergio Busquets y Gerard Piqué, estuvo incluso más visible que de costumbre en el juego aéreo y no renunció nunca, pese a las ocasiones falladas ante el arquero Víctor Valdés, que una vez más estuvo muy acertado.
«Un poco antes de mi gol, Ibra me había dicho que me acercara a él en los balones en largo. Esto demuestra que los grandes jugadores también toman las buenas decisiones, le doy las gracias», explicó Matuidi tras el partido.
El internacional francés estuvo a la altura de la importancia del choque.
Una semana antes ya había ensayado contra España en el Stade de France, contra varios de sus rivales del martes.
Ante el Barça recuperó más balones que frente a España y sobre todo se mostró muy luchador.
David Beckham, alineado por sorpresa a su lado, estuvo lejos de lograr un rendimiento tan positivo, en un partido de una gran intensidad.
La mala noticia para Matuidi fue que vio una tarjeta amarilla y se perderá por ello el partido de vuelta, la próxima semana en Barcelona.
El brasileño Thiago Silva, asociado a su compatriota Alex en el centro de la defensa, estuvo muy bien atrás.
«No creo que tenga que demostrarlo (que es el mejor central del mundo), pero sí, lo ha mostrado esta noche. Estoy totalmente de acuerdo», declaró el técnico Carlo Ancelotti cuando le preguntaron sobre el brasileño.
El exjugador del Milan eclipsó totalmente a David Villa, bloqueó en la primera parte en varias ocasiones a Lionel Messi y ganó casi todos los duelos, controlando muy bien la situación y ayudando a su equipo a lanzar peligrosos contragolpes.
El 2-2 mantiene opciones para el París Saint-Germain, aunque el equipo francés es consciente de que teóricamente es un buen resultado para el Barça, que será favorito para acceder a semifinales. Algo que los franceses intentarán también, confiando de nuevo en sus estrellas.
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