Cerca de dos semanas sin recolección de basura tienen numerosos sectores de la zona rural de Palavecino, denunciaron residentes de la carretera vieja vía a Yaritagua.
Durante un recorrido que realizó el diario EL IMPULSO por el área, se constató gran cantidad de bolsas colocadas a lo largo de las cercas y en las esquinas de las diferentes comunidades de esa vía, así como pequeños basureros a cielo abierto en los descampados.
Gladys Pérez, quien reside en el caserío El Taque, confirmó que las montañas de desperdicios estaban en las afueras de las viviendas desde hacía dos semanas.
-Tiene más de dos semanas sin pasar el camión de la basura, lo cual ha obligado a los vecinos a quemar los desperdicios para evitar la acumulación, la proliferación de moscas y ratones, y por supuesto los desagradables olores.
Indicó que la quema de basura genera problemas mayores de contaminación y agudiza el estado de salud de los habitantes del lugar.
La situación es reiterativa
Pérez destacó que el escenario de insalubridad es reiterativo, hasta el punto de permanecer las bolsas un mes y medio en los frentes de las casas.
El consejo comunal de El Taque, ha enviado varias correspondencias al Instituto de Servicios Públicos, sin ninguna respuesta ante el caso, situación que se agudiza por la carencia de servicio de agua potable y la ausencia de red de cloacas.
Explicó que la zona rural de Palavecino se ha extendido con numerosas invasiones, todas sin servicios, en donde proliferan los pozos sépticos y la acumulación de desechos sólidos, sin servicio de agua potable, ni luz eléctrica.
Planta de El Taque fue un fraude
Enmohca, construyó junto al caserío El Taque un sistema de tratamiento de disposición final de aguas negras con recursos milmillonarios a través del Ministerio de Ambiente.
Este gran estanque recogería las aguas cloacales de una gran parte de Iribarren y de Palavecino, cuyo compromiso igual fue construir la inexistente red de aguas servidas de la zona rural, situación que nunca se materializó.
Pérez dijo que la planta está sin funcionamiento, pero que las aguas captadas en un periodo, generan olores insoportables en horas nocturnas. Calificó como injusto que mientras la planta se construyó para recoger las aguas negras de Barquisimeto y Cabudare, “debemos nosotros construir sépticos y hasta hacer nuestras necesidades en el monte”.
