Son muchas las hipótesis, en todas ellas la abstención juega un papel protagónico; el asunto es saber a quién perjudicará.
Chávez era sin lugar a dudas el motor electoral, pero se equivocan quienes creen que sólo motivaba a sus partidarios, pues no, también fungía como motivador de quienes lo adversaban.
Un primer escenario plantea la desmovilización de las bases chavistas al no sentirse (más allá de una orden) identificadas con los herederos de la “revolución”, encabezados por Nicolás Maduro.
A ciencia cierta él goza de todas las prerrogativas electorales que Chávez tuvo, sin embargo, nos cuesta creer que Nicolás Maduro pudiera sacar más votos que el “comandante”, sobre todo porque hay serios problemas económicos y sociales que se han agravado desde el 7 de octubre.
También incluimos que el liderazgo político no es del todo endosable; en conclusión, éste escenario plantea una probabilidad alta para la oposición si acude a votar en igual proporción (o mayor) que la última justa presidencial. No hay que olvidar que se puso a tan solo un millón seiscientos mil votos de Miraflores con todo en su contra.
Un segundo escenario es aquel donde la oposición, ensimismada por las derrotas crecientes y denuncias del ventajismo electoral del candidato rojo, no acuda a votar en similitud numérica a las pasadas elecciones presidenciales.
Allí sin lugar a dudas estaría abriendo paso a la continuidad del proyecto socialista que comenzó Chávez, pero que seguramente Nicolás Maduro dará sus toques personales. El gran reto de Venezuela gira en torno a su economía. Son evidentes las anomalías al respecto, su aparato productivo se encuentra atravesando un difícil momento por no haber encontrado apoyos suficientes para su desenvolvimiento, dejando a los venezolanos dependientes de las importaciones.
El presupuesto de este año se basa principalmente en la sustracción de dinero del bolsillo de los venezolanos a través de la recaudación fiscal, misma que está mermando al no reactivarse la economía doméstica, al mismo tiempo que las divisas petroleras con que sufraga gastos el gobierno comienzan a escasear. Venezuela es inconmensurablemente rica en los minerales de más alta demanda mundial y en bellezas naturales, pero ha llegado a estos infelices extremos (inseguridad, escasez, servicios públicos colapsados) porque ha hecho de la política su principal entretenimiento. Este 14 de Abril Venezuela necesita gestar un parto donde dé a luz verdaderos ciudadanos, no borregos electorales.
