Un mensaje de integración y de lucha por los sueños, a pesar de las limitaciones, lleva el primer trabajo cinematográfico venezolano protagonizado por actores con Síndrome de Down, titulado Sueño Down, que se estrenará este 2 de abril, en el Cine Líder, Caracas.
La producción fue escrita y dirigida por el cineasta y teatrero Ignacio Márquez y es protagonizada por Carlos García de Castro y Alberto Sasson González, informa un boletín del Ministerio para la Cultura.
Sueño Down narra la historia de Manuel y Moisés, dos jóvenes con Síndrome de Down. El primero vive con su madre en un hogar muy humilde; el segundo vive en una casa de grandes comodidades. Ambos comparten una profunda amistad y el trabajo diario en la misma empresa; también comparten el rechazo solapado de un mundo que solo los acepta en apariencia. Ansiosos por encontrar la libertad, se aferran a las fantasías de sus mentes, intentan transformar su realidad hostil y deciden vivir a través de su candidez, que en un entorno adverso se convierte en un acto de rebeldía.
Ignacio Márquez resalta que el corto, que se filmó durante ocho días en varias locaciones de Caracas y que culminó su etapa de rodaje en noviembre de 2011, representa un doble esfuerzo de integración: «el primero por abordar la temática desde la óptica de las personas especiales y el segundo por constituir una muestra irrefutable y maravillosa de las capacidades ilimitadas de actores Síndrome de Down, que logran trascender su propia condición para transportar a los espectadores a un espacio en el que todo es posible».
Hacia mediados de año se tiene previsto su proyección en las salas de cine de todo el país para acompañar el largometraje Ley de Fuga, del mismo director y producido por La Villa del Cine, además de su postulación a diversos festivales nacionales e internacionales.
Completan el elenco de Sueño Down los actores: Claudia Barral, Anabel Llorca, Juliana Cuervos, Mariana Francisco y Francisco Denis. La producción ejecutiva es de Andrea Herrera, Andrea Rodríguez e Ignacio Márquez; la dirección de producción de Carmen Rivas; los efectos visuales de Nacho Gorfinkiel y La Sociedad Post de Buenos Aires, Argentina; el montaje y edición de Ignacio Márquez; el sonido de David Daoud, Gregorio Gómez y Carlos Bolívar y la cámara de Julio César Castro.
Su realización fue en coproducción entre las casas Trampolín, Impulso Creativo y la Fundación Villa del Cine, con el apoyo financiero del Centro Nacional Autonomo de Cinematografia (CNAC).